«Esto no es una derrota, sino que ahora comienza la derrota de los que nos cierran». Y después, «Seguirem», de Obrint Pas. La orquesta del Titanic fue La Gossa Sorda y Al Tall. Sí Ràdio, la radio musical de RTVV, siguió emitiendo hasta las 16.36 de ayer con un programa dirigido por los periodistas Pau Vendrell y Cristina Mollà, y en el que participaron dos de las personas más antiguas de Nou Ràdio: Jaume Muñoz, que fue miembro del comité de empresa y el redactor más antiguo de la radio; e Isabel Gimeno, también periodista. Varios trabajadores de la radio abandonaron las instalaciones de forma voluntaria, tras despedirse en este programa especial, pasadas las 12.35 horas, entre lágrimas, con sus pertenencias en cajas, y con gritos de «Tornarem» y «Lladres».

Fueron los últimos en abandonar el barco, aunque al filo de las 14 horas cerca de dos decenas de trabajadores de Nou Ràdio, que montaban guardia ante las puertas de los estudios de la radio en la avenida Blasco Ibáñez, abandonaron cabizbajos la puerta por la que tantas veces habían entrado, poniendo así punto y final a una larga noche que, para algunos, «ha durado dos años», como indicaron ayer a las puertas de la radio.

La banda sonora del cierre de RTVV la pusieron aquellos que durante años han estado silenciados en las cadenas y emisoras del ente público. Canciones reivindicativas y en valenciano, obras de grupos como Obrint Pas, La Gossa Sorda o Al Tall, fueron las últimas en escucharse en la radio musical de RTVV, que durante buena parte de sus horas postreras emitió programas producidos por los trabajadores de Nou Ràdio, que trabajaron durante la madrugada y salieron al aire a través de internet.

Precisamente los técnicos y periodistas de la emisora hicieron una vigilia ante la sede la radio, donde la policía les permitía entrar a por sus enseres personales, avisándoles de que cuando salieran no podrían volver a entrar. Fue una noche fría y larga en Blasco Ibáñez, como también lo fue en Burjassot. Hubo lágrimas e indignación entre los trabajadores, pero el cansancio les venció pasado el mediodía y abandonaron la radio, donde hacían guardia «por nostalgia». «Aquí no hay nada que hacer ya», decía con resignación uno de los trabajadores.

Resistencia en Castelló

La situación se vivió de manera similar en la sede de RTVV en Castelló. Allí, los trabajadores del ente público resistieron hasta poco antes de las 17 horas, cuando abandonaron la sede por su propia voluntad al no pesar sobre ellos ninguna orden de desalojo, como sí ocurrió en el Centro de Producción de Programas de Burjassot. A las 14.12 horas cuatro agentes de la Policía Autonómica accedieron a las instalaciones castellonenses e invitaron a los trabajadores a abandonarlas, pero al no tener orden judicial no pudieron obligar a los periodistas a salir de la sede, que dejaron mensajes en las paredes para que quienes entren a la sede después de ellos protejan el archivo, no digitalizado, de la delegación de RTVV en Castelló. Suerte distinta tuvieron en Alicante, cuya sede fue cerrada a las 2 horas de hoy. Los trabajadores que pretendían entrar en el turno de mañana ya no pudieron acceder a las instalaciones de Alicante.