El jefe de gabinete de Rafael Blasco durante su etapa como conseller de Solidaridad, Xavier Llopis, ha declarado hoy que no manipuló los expedientes de las subvenciones concedidas a la Fundación Cyes que se remitieron a la Fiscalía y que nadie le pidió que lo hiciera.

Llopis ha declarado hoy como acusado en el juicio que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia valenciano contra Blasco y otras ocho personas por supuestos delitos en las subvenciones concedidas a Cyes (nada que ver con la constructora) en 2008 para cooperación internacional.

Ha negado que Blasco ni cualquier otra persona le pidiera que alterara los expedientes o que hiciera alguna irregularidad o ilegalidad con ellos, y ha asegurado que si alguien siquiera se lo hubiera insinuado, no habría seguido en su puesto "ni un minuto".

"No he tocado ni una línea ni una letra" de esos documentos, ha afirmado Llopis, quien ha asegurado que se limitó a cursar el informe que le llegó de la Dirección General para su remisión a la Fiscalía.

El exjefe de gabinete de Blasco ha afirmado que su relación con los diferentes expedientes administrativos, en las áreas de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación, se limitaba a preguntar a los servicios técnicos si estaban acabados y hechos y en qué condiciones.

Eso es lo que, según ha declarado, hizo en julio de 2008, cuando el conseller le preguntó por el estado de los expediente de cooperación, y al conocer que no estaban cerradas las subvenciones convocó una reunión por orden de Blasco para acelerar su cierre y evitar que las ayudas se perdieran.

En ese encuentro, ha señalado, no entendió que se produjera ningún tipo de presión por parte de Rafael Blasco hacia nadie, aunque ha señalado que como el exconseller tiene "mucha firmeza" y es "muy exigente", sus exigencias "a veces podían parecer insoportables a título personal".

Llopis ha explicado que tras publicarse las supuestas irregularidades en las subvenciones a Cyes, en octubre de 2010, Blasco convocó una reunión con altos cargos de la Conselleria y decidió poner el informe a disposición de los diputados, las ONG y los periodistas, así como remitirlo íntegramente a la Fiscalía.

Ha señalado que lo único que se comentó en esa reunión fue que los expedientes "no estaban organizados", por lo que se decidió organizarlos, e incorporar un listado de facturas admitidas y excluidas.

Llopis ha negado haber manipulado ese documento y ha negado también que Blasco u otra persona le pidiera que lo alterara, y ha insistido en que de haber intuido que alguien le pedía algo así, hubiera abandonado su cargo.