Impermeables al latido de la calle. La rebelión de los vecinos del barrio de Gamonal (Burgos) se ha convertido en un símbolo al conseguir tumbar el proyecto de un bulevar cuya construcción pretendía imponer a toda costa el ayuntamiento. Pero los políticos valencianos no son tan receptivos al malestar ciudadano, al menos desde la Generalitat o las diputaciones. En cambio, la presión vecinal sobre los ayuntamientos sí ha conseguido paralizar proyectos.

En la Generalitat, en cambio, apenas hay rastro de que los políticos hayan rectificado. El caso más paradigmático de este 'mantenella y no enmendalla' es la obcecada negativa del Gobierno de Camps a recibir a las víctimas del accidente del metro de Valencia, a asumir alguna responsabilidad política por el mayor siniestro en un suburbano en la historia de España y a reabrir la investigación. La perseverancia de los familiares y afectados del accidente que costó la vida a 43 personas no hizo mella en la decisión de cerrar la puerta del Palau. Tuvo que ser el sucesor de Camps, Alberto Fabra, quien recibiera a las víctimas aunque sin cambiar un guión que ahora la Audiencia de Valencia puede cambiar.

Otra buena muestra de ello es la larga lista de los 'Salvem', constituidos con diferentes objetivos sociales, que no ha logrado su objetivo. Con la única salvedad de 'Salvem el Botànic'. Este es el único caso en el que la presión de los vecinos paralizó la edificación en la manzana de Jesuitas de Valencia. En el resto de 'Salvem', que los populares han asociado siempre a los partidos de izquierda para desacreditar los movimientos, el PP se ha llegado incluso a jactar de la derrota de las protestas. En otro caso emblemático, el del Cabanyal, la rebelión ciudadana contra los planes urbanísticos no ha logrado sus objetivos. Tampoco la protesta de los trabajadores de RTVV hizo cambiar el paso al Consell en su decisión de apagar Canal 9, tras el varapalo judicial que daba la razón a los despedidos de la televisión.

Frente a esta posición de la Generalitat, destacan las rectificaciones de algunos ayuntamientos. A continuación se explican algunos de los ejemplos más representativos.

LA RIBERA

La sociedad civil impide una macrourbanización en Alzira

En Alzira, la movilización ciudadana frenó el proyecto de una macrourbanización y un campo de golf en el valle de la Casella. Varios colectivos impulsaron la creación de la plataforma Salvem la Casella, que canalizó el rechazo vecinal impulsado en un primer momento por Paco Roig, que en junio de 2005 presentó dos PAI para construir mil viviendas y un campo de golf. Las movilizaciones provocaron que el gobierno municipal (PP-PSICV) anunciara en octubre de ese mismo año que rechazaba cualquier actuación en este enclave para reforzar la protección del paraje. También la movilización de los vecinos forzó al Ayuntamiento de Alzira a desplazar el aparcamiento subterráneo en la avenida Luis Suñer, que finalmente no se llegó a construir debido al sobrecoste por la ejecución de dos sótanos.

Una de las mayores rectificaciones en la Ribera fue la del Ayuntamiento de Algemesí, que dio marcha atrás en el cambio de denominación de la Avenida del País Valencià. Los vecinos ganaron la partida por segunda vez en cuatro años y el PP decidió no ejecutar la propuesta después de una manifestación de 500 ciudadanos.

En Catadau, la movilización obligó a retirar el proyecto de una central de ciclo combinado que iba a levantar una empresa de capital norteamericano. Mientras que en Llaurí, a mediados de 2011, la Plataforma Ciutadana logró paralizar de forma temporal la construcción de un vertedero de Residuos de Construcción y Demolición (RDC).

L’HORTALas protestas logran la declaración del parque natural del Turia

En l'Horta, una de las movilizaciones más importantes tuvo como objetivo la defensa del bosque de las riberas del río Turia, tanto para protegerlo de las talas de pinos bajo los tendidos eléctricos como de la presión urbanística. En el último mandato del alcalde exsocialista de Paterna Francisco Borruey, el movimiento ecologista y asociativo se plantó ante las motosierras y paralizó el corte de pinos autorizado por la Conselleria de Medio Ambiente. El actual alcalde Lorenzo Agustí, nada más ser investido en julio de 2007, se colocó con una pancarta junto a los vecinos y paralizó un metro en señal de protesta contra el Consell. Mientras que el exconseller del ramo Rafael Blasco tuvo que guardar en un cajón su intento de reclasificación de medio bosque de la Vallesa, que luego su sucesor Esteban González Pons declaró protegido como parque natural. También en Paterna, sobre todo por la lucha de la Canyada, se logró paralizar durante años el proyecto de una segunda circunvalación.

En Alaquàs, la oposición empresarial hizo que el consistorio rectificara el Plan General de Ordenación Urbana y un plan expansionista con 3.000 viviendas en el polígono. Mientras que en Torrent fueron las protestas de unos adjudicatarios de viviendas municipales de protección pública —incluso sorteadas— las que obligaron a la exalcaldesa Maria José Català (actual consellera de Educación) a destituir al gerente de la empresa pública Nous Espais y a dar marcha atrás.

LA COSTERA/ LA CANAL/ LA VALL D'ALBAIDALos ciudadanos de Llosa de Ranes logran el cierre del vertedero

En 1997, Alfonso Rus, alcalde de Xàtiva, aceleró el cierre del vertedero de basuras la Teixonera. Aunque en el término de la capital de la Costera, estaba muy cerca de la Llosa de Ranes. Esta localidad padecía desde hacía tiempo los malos olores de una instalación de basuras como las de antes, al aire libre y en abierto. La Generalitat optó por un remedio casi peor: ordenó el traslado de las basuras de grandes áreas de recogida, incluidas las del área metropolitana de Valencia. La idea era colmatarlo en pocos meses. Los vecinos de la Llosa protagonizaron una vigorosa protesta que hoy todavía se recuerda: en su localidad y en las calles de Xàtiva. La presión se saldó con la orden de cierre del vertedero.

LA SAFORModifican la línea de alta tensión en la Valldigna

El mayor logró de la movilización ciudadana en la comarca de la Safor ha sido, sin duda alguna, el de la modificación del proyecto de la línea de Alta Tensión en Villanueva de Castellón, cuyo trazado afectaba a los términos municipales de Tavernes, Simat y Benifairó. Gracias a la presión popular, Iberdrola decidió modificarlo y, por una parte, soterró el tramo que pasaba por Simat, alargando la línea también enterrada que llegaba desde Alzira, y por otra, la alejó varios metros del municipio.

En la vecina localidad de Benifairó de la Valldigna, las protestas paralizaron la instalación de unos contenedores soterrados en la calle de Sant Roc. Fue en al año 2010, cuando se realizaban unas obras de mejora de esa vía que incluían el proyecto para poner los contenedores bajo tierra. Quince años antes, los vecinos del Real de Gandia protagonizaron varias protestas para evitar que la construcción de la ronda comarcal les «encerrara». El proyecto inicial incluía una rotonda en el acceso a este municipio en la que estaba previsto instalar un enorme talud de tierra. Los vecinos se opusieron y finalmente se cambió por la instalación de unos pilares.

LA MARINAXàbia se rebela contra la ampliación del puerto

Los vecinos de la Marina Alta advirtieron mucho antes que sus políticos que la burbuja inmobiliaria era pan para hoy y hambre para mañana. La lucha en la calle contra proyectos urbanísticos gigantescos tuvo en Parcent el ejemplo más destacado. Sus vecinos se enteraron de que el PP, en enero de 2006, aprobó a hurtadillas en un pleno tres PAI de 1.800 viviendas. Era el penúltimo día de vigencia de la LRAU y el gobierno local abocaba al pueblo, de 1.104 habitantes, a un incierto futuro urbanístico. El rechazo vecinal fue tan fuerte que provocó un vuelco electoral.

En 2007, los vecinos de Xàbia también se rebelaban contra el proyecto de ampliación del puerto, que desfiguraba la principal baza turistica y paisajística del municipio. Más de 5.000 personas se manifestaron en agosto de aquel año contra la ampliación del puerto. El Consell reculó ante la fuerte oposición.

LA HOYA DE BUÑOLUna variante impide el paso de camiones de basura por Buñol

En Buñol y Macastre, las protestas vecinales forzaron la construcción de una variante que impidió el paso de los camiones de basura hacia el vertedero de Dos Aguas por el casco urbano de sendos municipios. La plataforma cívica Hoya Limpia y los dos ayuntamientos denunciaron el incumplimiento reiterado, por parte de la empresa, de la Declaración de Interés Comunitario que aprobó el citado vertedero y que no contempla el paso de camiones por las localidades.

EL CAMP DE MORVEDRESagunt prrroga la inspección técnica de edificios

El mayor logro vecinal en Sagunt ha sido la rebaja de las exigencias en la Inspección Técnica de Edificios (ITE) a los inmuebles de más de 50 años. La masiva protesta en un pleno ya dejó claro en junio de 2012 lo caldeado que estaba el ambiente, al saber que muchos propietarios deberían pagar la revisión y hacer obras en caso de que se viera necesario. Ante un salón repleto y con vecinos hasta en las escaleras, el equipo de gobierno del PP cedió entonces y concedió una prórroga.

Información elaborada por:J. J. García, C. García, L. Sena, A. Garzó,T. Á. Casanova, P. Fandos, M. Arribas.