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Un valenciano descubre en Almería fósiles de manglares de hace 2,5 millones de años

El hallazgo del paleontólogo Joaquín Sendra es «único en el mundo»

Ostra que creció insertada en las raíces de un mangle. j. r. s.

El paleontólogo valenciano Joaquín Ricardo Sendra ha descubierto «un bosque de manglares tropical, único en el mundo», donde habitaban diversas especies de estas plantas, de entre 2 y 3 millones de año de antigüedad, y que está localizado en lo que hoy es Cuevas del Almanzora, en Almería. A partir del estudio y análisis de raíces, fragmentos de madera, plantas e incluso ostras, elementos todos ellos en estado fósil, ha acreditado la existencia de todo un ecosistema que debe situarse en el final de la Era Terciaria, en el denominado Período del Plioceno Superior.

Los materiales investigados por Sendra, paleontólogo de la Universitat de València y del Institut Cavanilles, acreditan que en el sureste de la Península Ibérica en el Plioceno Superior existió un ecosistema de manglar compuesto al menos por dos tipos de estas plantas: rojos, Rhizophora; y negros, Avicennia. En cuanto al tipo de restos hallados destacan: los icnofósiles, que son las estructuras fosilizadas en rocas sedimentarias que registran actividad biológica.

Excepcional conservación

Asimismo, el buen estado de conservación de las hojas, flores y frutos conservados permiten calificar este yacimiento, en opinión de Joaquín Sendra, como un Konservat Fossil-Lagersatte. Esta expresión alemana se usa para designar aquellos yacimientos paleontológicos con un excepcional grado de conservación, como ocurre en Cuevas del Almanzora. Los depósitos de fósiles recuperados y catalogados por Sendra se encuentran en sedimentos o rocas sedimentarias. Se han registrado moldes positivos y negativos de raíces y epibiontes, que son organismos no parásitos que viven por lo menos una fase de su ciclo vital encima de otro de mayor tamaño, al cual generalmente no le causa ningún daño. En este caso, «las epibiontes se trata de ostras que crecieron insertadas sobre las raíces de un mangle», matiza el paleobiólogo de Pego.

Este hallazgo fue dado a conocer por parte del investigador valenciano al resto de la comunidad científica en las XXIX Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología, en octubre, en Córdoba. Según confirma Sendra, su comunicación recibió «múltiples felicitaciones», sobre todo, por parte de expertos de Inglaterra y Alemania, que habían puesto en duda inicialmente el valor del trabajo efectuado por el investigador valenciano. El registro fósil sistematizado es «una evidencia única» y «un ecosistema tropical único en el mundo», explica el paleontólogo, porque demuestra que en Cuevas del Almanzora, existió hace unos 2,5 millones de años una bahía de 5 kilómetros de extensión. Este accidente geográfico estaba enclavado entre las actuales Sierra de Almagro y Sierra Almagrera, y conformaba un mar pliocénico que iba cerrándose a los dos lados, con bosques de manglares en los que habitaban peces tropicales, medusas y vacas marinas.

Por ende, comenta el paleobiólogo es «el último testimonio sobre un bosque de manglares, el último paraíso tropical de la Península Ibérica, inmediatamente anterior a la irrupción de las glaciaciones y de un cambio climático que provocó la llegada de la Era Cuaternaria y una profunda transformación en los ecosistemas terrestres y marinos». El resultado es que una bahía de manglares como la que existió en Almería en el tránsito del Terciario al Cuaternario, hoy en pleno siglo XXI, se puede contemplar en la costa del Este de África, en países como Senegal, Sierra Leona, Camerún, Congo y Guinea Ecuatorial, donde abundan amplias poblaciones de mangles rojos y negros, que forman conjuntamente bosques en contextos tropicales y subtropicales.

Respecto a los cambios en los ecosistemas, con el tránsito hacia la Era Cuaternaria, la fauna de origen africano como rinocerontes, elefantes y tigres de dientes de sable que entonces habitaban en esta zona geográfica, comenzaron un rápido declive aunque todavía quedaron relictos, durante el Pleistoceno Inferior, hasta que esta fauna es reemplazada tras las sucesivas glaciaciones por fauna de origen centroeuropeo y euroasiático. Las vacas marinas por contra desaparecieron radicalmente y los peces tropicales también así como el pino canario que está registrado en el Plioceno Superior de Guardamar del Segura-Rojales.

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