El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete inauguró ayer en Valencia el seminario sobre el caladero mediterráneo, al que asisten representantes de todas las cofradías y empresas de pesca que operan en este mar con una reivindicación clara del «esfuerzo de los pesqueros» por reducir la presión humana sobre la pesca de atún rojo.

«Probablemente hablemos de la pesquería más controlada del mundo, sometida a esfuerzos que ya están dando resultados», subrayó. «Hemos logrado revertir la situación de declive y conseguido aumentos del Total Admisible de Capturas (TAC) en 2012 y 2013, que, aunque muy reducidos, indican ya que estamos en la buena dirección. Y lo que es más importante, la pesquería sigue mostrando signos positivos, lo que habría justificado un nuevo aumento del TAC para 2014, pero lo cierto es que la Comisaría Europea de Asuntos Marítimos y Pesca, con una posición muy intransigente y lejos de los dictámenes científicos nos ha privado de poder dar justa recompensa al esfuerzo del sector», lamentó.

Fiel a su estilo, Arias Cañete atribuyó todos los males de los pesqueros en el Mediterráneo a la administración anterior, «que en las negociaciones acepta cualquier cosa y luego, cuando ve que perjudica a nuestros pesqueros, no vigila su cumplimiento y Europa acaba sancionándonos», dijo.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, subrayó su «coincidencia» con Arias-Cañete y la «preocupación compartida» por posibles daños provocados por la exploración petrolífera solicitada en el Golfo de Valencia. «Hemos mantenido contactos en los que el ministro nos ha transmitido que no se producirán prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo a no ser que hayan «absolutas garantías de sostenibilidad y del mantenimiento de las condiciones actuales a través del estudio de Impacto Ambiental», destacó.