Escoger el eslogan más acertado o las mejores frases para un discurso político o adaptar un guión de cine para que sea entendible por todos los públicos es ahora posible con un nuevo método que permite evaluar de forma automática la inteligibilidad de frases aisladas.

El método, creado por el Centro de Investigación Pattern Recognition and Human Languaje Technology (PRHLT) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), evalúa cómo de comprensible y memorizable es una frase, según explican fuentes de la institución académica.

Los investigadores Luis Leiva y Germán Sanchis destacan que se trata de un método «especialmente útil» para decidir entre varios eslóganes publicitarios o para adaptar un guión o un discurso político, ya que evalúa el grado de dificultad de cualquier frase de forma individualizada.

Se trata de la primera técnica de estas características, ya que las utilizadas actualmente solo funcionan para documentos completos, según los investigadores, que comenzaron en septiembre a desarrollar este nuevo método.

Para evaluar textos legales

Entre sus posibles aplicaciones, sería especialmente útil para conocer si el público entiende o le impacta un eslogan publicitario, y también ayudaría a adaptar guiones de películas, de manera que sean fácilmente entendibles por todos los públicos, o a evaluar la dificultad de comprensión de textos legales o discursos políticos.

«En el campo de la publicidad, por ejemplo, podría ayudar a una empresa a decidir entre un eslogan u otro», según los investigadores. El método puntuaría cada uno de ellos mediante algoritmos, lo que permitiría ordenarlos de mayor a menor comprensión y elegir así el que se va a entender mejor y va a llegar a más gente. Además, tiene en cuenta cómo de memorizable y representativa es una frase, tanto en términos lingüísticos generales como para un contexto en particular.

Para ello, se apoya en un modelo estadístico que han logrado desarrollar para cualquier idioma, pero que implícitamente recoge sus particularidades. El modelo fue creado por unos investigadores americanos «con un set de 500 frases, por lo que sólo permitía entradas en inglés, pero con la técnica que hemos desarrollado permite investigar a cualquier idioma», según explicaba ayer a Levante-EMV Luis Leiva. El investigador añade que la técnica realiza un análisis de las características de las palabras, en frases aisladas, si son comunes o poco frecuentes, si hay muchas o pocas o si sus características son uniformes.

Los investigadores han evaluado con éxito el método en un experimento diseñado para probar su utilidad y, para ello, utilizaron un conjunto de dos millones de frases del Parlamento Europeo y seleccionaron las 500 más adecuadas según el método desarrollado y otras dos técnicas similares.

Leiva añade que «el propósito original del método consistía en seleccionar automáticamente las mejores frases (según comprensibilidad y memorabilidad) de entre un conjunto muy grande. Lo probamos seleccionando las mejores 500 frases de las actas del Parlamento Europeo, tanto en inglés como en español. Esto es interesante para aquellos investigadores que trabajan en técnicas de entrada de texto, pero luego nos dimos cuenta de que el método tiene aplicaciones que son interesantes para el público general». Según los investigadores el método que han ideado puede aplicarse en «la publicidad, cuando las agencias barajan varios eslóganes y no tienen claro cuál es el que podrá memorizar más fácilmente la gente; en periodismo, cuando tenemos varios titulares similares para una noticia y queremos elegir el que sea más sencillo de leer o en educación, cuando hemos escrito un libro y queremos ver si hay alguna frase que no se entiene bien, para poder reescribirla si lo consideramos conveniente».

El experimento lo realizaron tanto en inglés como en español y las tres técnicas fueron evaluadas con un grupo de hablantes de la respectiva lengua. En todos los casos, los usuarios fueron capaces de recordar más fácilmente aquellas frases seleccionadas por el método desarrollado, que será presentado en la conferencia Human Factors in Computing Systems (CHI) a finales de abril en Toronto (Canadá).