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Puestos importantes

El Consell acelera la designación "a dedo" de altos funcionarios

La mayoría de los puestos clave de la Generalitat estarán cubiertos por empleados de confianza al acabar el año - Será la herencia del próximo gobierno

A un año vista de las elecciones autonómicas es una incógnita qué partido conseguirá la mayoría suficiente para gobernar, pero lo que si es seguro es que quien sea (de nuevo el PP o la alternativa de la izquierda) heredará una Generalitat con una cúpula funcionarial a la medida de los dirigentes actuales. En lo que va de ejercicio, el Consell que dirige Alberto Fabra ha iniciado la «colonización» silenciosa de los puestos funcionariales claves mediante el procedimiento de libre designación,una fórmula que en la práctica supone elegir «a dedo» a aquellos funcionarios que resultan más afines a los responsables de las distintas conselleries. La libre designación para proveer puestos de trabajo es un sistema legal, pero que al cabo de los años se ha extendido de manera que, según los cálculos de este diario, sólo en el ámbito de la Administración (excluyendo el sector docente y sanitario) existen un total de 732 plazas diseñadas para ser ocupadas «a dedo». En una plantilla de 17.000 personas, esta cifra podría resultar testimonial, sino fuera porque los funcionarios que las ocupan son trabajadores claves, ya que por sus manos pasan las cuestiones más peliagudas de la gestión administrativa: autorización de los gastos, contratación, control de expedientes, estrategia jurídica, etc.

La ampliación de puestos por libre designación quedó sancionada en el la relación de puestos de trabajo (RPT) publicada en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) en septiembre de 2013, un documento que plasmó la voluntad del Consell de que todas las jefaturas de servicio fueran ocupadas a dedo, una posibilidad que antes no existía y que propició la nueva ley de la función pública aprobada también bajo mandato popular. Como ya contó Levante-EMV en su día, la última RPT puso de evidencia las maniobras del Consell para acercar y promocionar a determinados funcionarios en detrimento de otros. Así, además de desparecer el concurso de mérito para acceder a los puestos más sensibles o cercanos al poder, se flexibilizaron las condiciones que debe tener el funcionario Así, muchas de estas plazas son grupos barrados, están abiertas a otras administraciones y es indiferente si el funcionario en cuestión procede del sector de la administración general o de la especial. Conclusión: un puesto a la carta para el funcionario seleccionado por el establishment que constriñe las opciones de otros funcionarios.

Una vez legalizado el diseño, el Consell ha empezado a ejecutar su hoja de ruta. Así, con la RPT publicada, las distintas conselleries han empezado el proceso selectivo y prácticamente todas las semanas el DOCV da cuenta de convocatorias para cubrir puestos de jefatura o de coordinadores por el sistema de libre designación. El objetivo de la Conselleria de Hacienda y Administraciones Pública, quien está impulsando este proceso, es que esté finalizado en verano. De este modo, antes de acabar 2014, los más de 700 puestos «a dedo» estarán ya cubiertos por funcionarios a dedo. La versión oficial es que este paso es necesario para poder convocar el resto de concursos de méritos en la Generalitat, la vía para la promoción y el traslado de los empleados públicos que lleva años bloqueada y que los sindicatos reclaman con insistencia. En teoría, una vez cubiertos los puestos de mayor rango, saldrán a concurso los de abajo y así de forma sucesiva hasta llegar a los niveles más inferiores. Sin embargo, el sistema, tal como está concebido es perverso. Cuando llegue ese momento, el margen de maniobra que tendrá el futuro Consell será estrecho. Es cierto, que el funcionario designado «a dedo» puede ser «cesado con carácter discrecional». Sin embargo, para entonces estos funcionarios estarán en situación ventajosa respecto a otros. Aunque ellos sean destituidos, estarían mejor posicionados que otros para ocupar las jefaturas de sección, el puesto inmediatamente por debajo del suyo. Estas plazas sí de cubren por concurso de méritos y los actuales jefes de servicio tendrán más puntos. De esta manera, el próximo gobierno tendrá que asumir a toda una serie de funcionarios que en su día gozaban de la confianza de los cargos populares. Pero a la herencia también habrá que ponerle cifras. La mayoría de los altos funcionarios promocionados ahora habrán logrado consolidar el sueldo. De hecho, según la ley, el personal cesado en libre designación será «adscrito provisionalmente» a una plaza situada en la misma localidad y clasificado con un complemento de destino «no inferior en más de dos niveles al de su grado personal» hasta que no obtenga otro de modo definitivo. Además, si el funcionario es destinado a un puesto inferior tendrá derecho a percibir un complemento específico no inferior al 80% al que tenía asignado.

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