La trama de ONG, empresas y funcionarios de la extinta Conselleria de Solidaridad investigada por la justicia por presuntamente haber defraudado 7 millones de euros de ayudas al Tercer Mundo lo tenía todo previsto y estudiado. Hasta explicaban a las organizaciones implicadas cómo debían realizar el desvío de dinero hacia las firmas «amigas». Este documento fue elaborado de puño y letra por los cabecillas de la trama y se encontró entre los expedientes de la Fundación Hemisferio, que ahora están siendo investigados.

El documento plantea cómo y cuándo se deben realizar los pagos. La contraparte de la ONG en la República Dominicana contacta con tres empresas para que hagan el proyecto, dos de ellas afines (marcadas con una sonrisa). Una vez hecho el presunto trabajo la matriz en Valencia les abona el coste real a través de su contraparte para que puedan realizarlo. Entonces las firmas emiten la factura supuestamente hinchada. Cuando llegan a Valencia y se conoce el montante se envía entonces el pago B hasta completar el valor del justificante de pago.

De esta manera, la ONG tiene justificados los pagos pero ha abonado dinero en A y en B, algo que ha facilitado que las facturas estén hinchadas. De hecho, llama la atención que sólo las empresas con la sonrisa reciben el pago en B, que no se realiza hasta tener las documentos que justifiquen el pago. De esa manera, las empresas afines reciben el coste de los trabajos realizados y el dinero de más es el que se desvía para la trama. La mercantil X3 sería una firma que se contrataría para darle credibilidad al paripé o directamente porque las firmas del entramado no alcanzaban a hacer determinados trabajos.

Fudersa realizó varios proyectos en República Dominicana por los que Arcmed y Dinamiz-e, fundadores de la matriz de la trama, se llevaron 330.000 euros.

Pero este no fue siempre el modus operandi, ya que algunos de los proyectos ni se habrían comenzado con el consiguiente desvío del 100 % de la subvención.

Un caso flagrante fue el de la ONG Ceiba en dos proyectos en Guinea Ecuatorial. El 88 % del total de las subvenciones fue a parar a empresas relacionadas con Hemisferio, según las órdenes de pago en poder de Levante-EMV.

En el proyecto para evitar la violencia sexual, la empresa de Alfonso Navarro Torres, fundador de Hemisferio, recibió 170.700 euros por realizar seis talleres valorados en 22.000 euros cada uno, según la factura que obra en poder de este periódico.

Avance abogados, firma del secretario de Hemisferio y quién directamente efectuaba los pagos de Ceiba al ser apoderado, José Bollaín, recibió 5.939 euros por un informe de evaluación. La propia ONG impulsora de las ayudas también cobró 17.840 euros por gastos indirectos. También facturó Desfa SL 38.655 euros por el envío de productos farmacéuticos. Esta firma tiene como administrador único a Joaquín Blasco López, voluntario técnico en Hemisferio y con suficiente poder en la fundación como para acompañar al director general de Cooperación y ahora imputado, Josep Maria Felip, en su viaje a Haití para seguir en primera persona los contactos de la construcción del hospital de la Generalitat.

La empresa de Joaquín Blasco también facturó a Ceiba en su otro proyecto en Guinea Ecuatorial. En este caso, Desfa SL cobró 187.000 euros por productos farmacéuticos. Delivery Barnes, la firma que administra María Pilar Segura Crespo, también presidenta de Desfa SL, percibió 70.886 euros por el envío de alimentos terapéuticos. La asesoría de Bollaín, quien directamente ordenaba los pagos desde la cuenta de Ceiba, también recibió 6.001 euros por el informe de evaluación. La propia Hemisferio facturó en este proyecto hasta 72.768 euros por gastos de personal, manutención y viajes.

Las firmas de las personas relacionadas con Hemisferio cobraron en 2009 de los proyectos en Guinea 579.259 euros.