El president de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha nombrado como nueva portavoz de su Gobierno a la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, que sustituye al vicepresidente autonómico, José Císcar.

Este es el único cambio anunciado en una comparecencia en el Palau de la Generalitat por Fabra, que ha modificado su Gobierno tras el resultado de las elecciones europeas del pasado domingo, con el objetivo de mejorar la comunicación de su Ejecutivo con los ciudadanos y de que el vicepresidente Císcar pueda dedicar más tiempo a su cargo de presidente provincial del PP de Alicante.

Fabra ha remarcado la necesidad, tras los resultados de las elecciones europeas del 25M, de mejorar la comunicación y, por ello, ha expresado su voluntad de que Català, no solo comunique los acuerdos del Consell en la rueda de los viernes, sino que sea portavoz "todos los días de la semana".

"Quiero portavoces todos los días de la semana", ha exclamado Fabra, que ha anunciado para ello la puesta en marcha de "fórmulas" que permitan trasladar a los ciudadanos la acción del Ejecutivo autonómico "día a día" e "ilusionar" al electorado.

Fabra también ha anunciado que habrá cambios en el PP de la Comunitat Valenciana, pero será la semana que viene tras reunirse con los presidentes provinciales del partido cuando los anuncie.

Por otra parte, el jefe del Consell ha eludido confirmar si Serafín Castellano continuará como secretario general del PPCV hasta las elecciones de 2015, a la espera de reunirse con Génova. Tampoco ha aclarado si el conseller de Gobernación sustituirá a Paula Sánchez de León en la Delegación del Gobierno y ha recordado que es una cuestión del Consejo de Ministros.

El president ha manifestado que está satisfecho con la labor de todos sus consellers y que por eso no ha introducido más cambios en su Ejecutivo.

Remodelación 17 meses después

Alberto Fabra ha retocado hoy la composición de su Ejecutivo diecisiete meses después de haber introducido cambios en él, en aquella ocasión -en diciembre de 2012- para incorporar a Juan Carlos Moragues, Manuel Llombart y Asunción Sánchez Zaplana como consellers.

Fabra llegó a la Presidencia de la Generalitat en julio de 2011, tras la dimisión de Francisco Camps por su procesamiento en la denominada causa de los trajes del caso Gürtel, y mantuvo el Consell heredado hasta diciembre de ese mismo año, cuando la hasta entonces vicepresidenta, Paula Sánchez de León, fue nombrada delegada del gobierno.

La salida del Consell de la que fuera "número dos" de Camps sirvió a Fabra para ascender a Císcar desde la Conselleria de Educación, Formación y Empleo hasta la vicepresidencia, cargo al que se unió la portavocía del Consell, que hasta entonces desempeñaba Lola Johnson, uno de los "fichajes estrella" de su antecesor.

Fabra colocó así a un hombre de su estrecha confianza en el puesto más relevante de su Ejecutivo, y designó a la hasta entonces alcaldesa de Torrent, María José Catalá, como consellera de Educación.

Solo veinte días después, el 20 de enero de 2012, a este cambio en dos Consellerias se unió un tercero, motivado por la marcha del hasta entonces conseller de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, para presidir ADIF, quien fue sustituido por Máximo Buch.

Habría que esperar a finales de ese año para que Fabra acometiera un nuevo cambio, en esta ocasión en profundidad, en la composición del Ejecutivo valenciano.

Así, la dimisión el 30 de noviembre de 2012 de José Manuel Vela como conseller de Hacienda y Administración Pública después de que el Tribunal Superior de Justicia abriera una investigación para determinar si filtró un documento del caso cooperación al diputado del PP Rafael Blasco, imputado en el caso, dio pie a una crisis del Consell.

En el puente de diciembre de 2012, Fabra incorporó a Juan Carlos Moragues como conseller de Hacienda; a Manuel Llombart como titular de Sanidad y a Asunción Sánchez Zaplana al frente de Bienestar Social, en un Ejecutivo del que salieron Luis Rosado, Lola Johnson, Jorge Cabré y Maritina Hernández.

Además, en esa remodelación, en la que el Consell pasó de contar con diez Consellerias a nueve, reforzó el papel vicepresidente y portavoz, José Císcar, quien asumió Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua; y de Máximo Buch, que unió a las competencias de Economía e Industria las de Empleo y Turismo.

También se reforzó a María José Catalá, que al área de Educación sumó Cultura y Deporte, aunque perdió Empleo; y a Serafín Castellano, quien a Gobernación unió Justicia.