Hasta tres controles de la Policía Local de Alfafar vigilaban ayer que las entradas y las salidas al flamante recinto transcurrieran con normalidad.
Tal como señaló uno de los agentes a este periódico, ni por la mañana ni por la tarde se había registrado ningún tipo de incidente o colapso, puesto que la coordinación de los propios empleados de Ikea a la hora de dirigir las salidas del aparcamientos estaban resultando efectivas. Los policías de Alfafar fueron cambiando su ubicación de forma constante para cubrir toda el área de la zona comercial.