Una cosa es jugar a los videojuegos y otra muy distinta es diseñarlos. La Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT) de Valencia ofrece desde hace años las titulaciones en Diseño de Videojuegos y Arte para Videojuegos.
Daniel Argudo, director de los estudios en Arte para Videojuegos, explica que en cada curso (la titulación se distribuye en tres años) hay dos grupos de entre 20 y 22 alumnos. «No suele haber más para que no se vea perjudicada la calidad de la enseñanza. Todos los años se queda gente fuera que quiere entrar», apunta. En el caso de Arte para Videojuegos, los estudiantes aprenden todos los aspectos relacionados con la creación de todos los elementos gráficos del juego. Por otra parte, en la carrera de Programación se explican las diferentes formas de aplicar el diseño a las nuevas tecnologías. Hay asignaturas muy específicas, incluso se da la opción de estudiar japonés, aunque lo que más se utiliza es el inglés. Según Argudo, el perfil de los estudiantes es variado. Los hay, incluso, que vienen de otros países atraídos por estas titulaciones.
El «conocimiento» del negocio
Argudo advierte que la industria de los videojuegos «mueve en España más dinero que el cine y la música juntos. España es el quinto país consumidor de videojuegos, pero a la hora de producirlos está muy atrás». Hasta hace poco «no existía forma de crear profesionales de los videojuegos, por falta de conocimiento de la industria. En solo un año, desde el pasado 2013, el negocio de los videojuegos ha crecido un 130 %».
