El secretario general del PSPV y candidato a la Generalitat, Ximo Puig, lanzó ayer un aviso al Consell. Tanto los conciertos educativos para los centros de iniciativa social (CIS) „colegios privados a los que se cederá suelo público„ como las decisiones urbanísticas adoptadas «a toda prisa para favorecer a Enrique Ortiz [imputado en Gürtel y Brugal] «no están en absoluto blindados», sino que son «reversibles cuando gobierne el PSPV». Puig arremetió contra la consellera de Educación, María José Catalá, y a quienes «están con ella haciendo negocio de la educación», así como contra la titular de Infraestructuras, Isabel Bonig, por aprobar un plan que «beneficia» a Ortiz.

«Probablemente puedan hacer colegios en terrenos públicos, pero pueden acabar teniendo colegios sin niños, porque los conciertos no están en absoluto blindados», advirtió. Sobre el Plan Rabassa de Alicante, dijo: «No estamos ya para bromas en la sociedad valenciana, ya se ha acabado toda esta cultura del pelotazo y de ir siempre favoreciendo a los mismos». Sobre la posibilidad de que Puig dé marcha atrás a este plan (donde se ubicará Ikea en Alicante), Fabra replicó que el socialista «tendrá que justificar por qué no quiere que haya 4.000 puestos de trabajo más en la ciudad de Alicante».

El líder socialista tachó de «cosmética» la reforma fiscal del Gobierno al asegurar que no va afectar «en absoluto» al millón de valencianos que «tienen más dificultades». Además, avisó de que con la reforma la Generalitat perderá aún más ingresos por lo que instó al Consell a «dejar de marear la perdiz» con la financiación y exigir el jueves en Madrid un nuevo modelo «de inmediato» ante «el ´crack´ de la Generalitat».