Todas las alertas de emergencia saltaron el lunes por la tarde en el Hospital La Fe de Valencia cuando trasladaron al centro, en una UVI móvil, a un paciente de origen africano «cuyo cuadro clínico podía corresponder la enfermedad del ébola». La Conselleria de Sanidad activó «de manera preventiva» el protocolo de actuación para evitar cualquier tipo de contagio ante la sospecha de que esta persona pudiera ser portadora del virus de Ébola, que está causando estragos en África Occidental. No obstante, fuentes del centro hospitalario insistieron en que todavía se está a la espera del resultado de las pruebas y hacen un llamamiento a la tranquilidad para evitar una alarma social innecesaria.

Mientras se determina si realmente se trata del primer caso de ébola detectado en territorio español tras el comienzo de la epidemia que ya ha causado 350 muertos en África, el paciente, de unos 50 años, se encuentra ingresado en una habitación de aislamiento del Hospital La Fe de Valencia, donde se prohibe el acceso. De hecho, las únicas personas que pueden acceder al interior de la habitación son las enfermeras y médicos tras tomar una serie de precauciones para evitar cualquier tipo de transmisión del virus.

La habitación cuenta con una puerta con apertura de código numérico, para evitar que un desconocido pueda entrar por error, y junto a la misma se encuentra un recipiente con líquido desinfectante y cajas con guantes del látex. Para acceder al interior los facultativos deben lavarse las manos antes y después de entrar, y colocarse guantes, mascarilla y unas gafas, para evitar que el posible virus salga de allí, ya que dicha enfermedad es altamente contagiosa, apuntaron las fuentes consultadas. Por este mismo motivo los cubiertos utilizados para alimentar al paciente, que se encuentra estable, son desechables.

Dentro de este protocolo de prevención también se entró al paciente a través del muelle de carga y no por la puerta de urgencias como hubiera sido lo habitual. Durante el traslado a la planta de aislamientos los vigilantes y celadores tuvieron que utilizar mascarillas para evitar posibles contagios, aunque en principio el virus se transmite sólo por contacto directo con líquidos corporales.