La ley de Igualdad es una hermosa declaración de intenciones que a menos se queda en agua de borrajas. Este es un ejemplo. El texto emplaza, sin llegar a ordenar, a las administraciones a que conformen representaciones paritarias en los órganos que designan. La lista de 10 personas en representación de las Corts para integrar los consejos sociales de las universidades, entidades consultivas para propiciar la vinculación de los centros académicos con la sociedad, solo incorpora a una mujer, Berta Rapalo, en la Jaume I. Es menos de la que se eligió en 2009, cuando había dos, Amparo García Chapa (Universitat de València) e Isabel Pérez Brull (Politécnica). j. g. g. valencia