Si algo sale bien, es susceptible de repetirse. Después de unas primarias abiertas sin precedentes en el partido, el secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, expresó ayer alto y claro su deseo. «Quiero que haya primarias abiertas en las ciudades. En la ciudad de Valencia, especialmente, van a ser unas elecciones que van a posibilitar que muchos ciudadanos apoyen el cambio que necesita la ciudad. No se trata de nominalismos, sino de que la ciudad cambie», manifestó ayer el antiguo alcalde de Morella en una rueda de prensa en la que estuvo, codo con codo, con el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig.

«Las primeras abiertas en las grandes ciudades pueden ser un puente de acercamiento entre ciudadanos y representantes municipales», indicó Puig, que definió el proceso como «un espacio propio de participación y de activación política». En este sentido, apuntó que las primarias pueden servir también para «reforzar la militancia» y explicó que desde la celebración de las primarias autonómicas «más de 1.000 personas se han apuntado al PSPV». De hecho, Ximo Puig se mostró «satisfecho» de que este repunte de la militancia se haya dado «en estos tiempos».

Por su parte, Joan Calabuig quiso dejar claras sus preferencias, coincidentes con las de su jefe. «La dirección federal sabe que la voluntad del partido en la ciudad de Valencia es que nos gustaría que se realizaran primarias abiertas para la elección de candidatos. Nos parece que la experiencia a nivel autonómico fue muy positiva, con una participación muy alta que animó a mucha gente a participar en el proceso y que otorgó un claro refuerzo y legitimidad al partido», aunque a ello añadió que «habrá que ver las regulaciones que puedan surgir a partir de la próxima dirección federal».

Inquirido sobre la petición de una treintena de militantes descontentos con la situación electoral del partido para celebrar el comité comarcal de la ciudad, Calabuig aseguró que «más o menos cada seis meses se convoca en todos los órganos del partido» y aseveró que en el caso de la capital «se convocó normalmente, como correspondía». «Algunos compañeros lo pidieron, y no era necesario porque ya se había convocado con toda normalidad y así se hizo», concluyó.