La exculpación del vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, en el caso Nóos dada a conocer ayer por el juez Castro ha supuesto un inesperado espaldarazo para el gobierno de Rita Barberá. Aunque Grau, mano derecha de la alcaldesa, estaba convencido de que su imputación no tenía recorrido, no espera quedar tan pronto fuera del caso que investiga el desvío de dinero público del congreso de eventos deportivos Valencia Summit por parte del Instituto Nóos, la fundación del duque de Palma.

Tras conocerse el auto del juez de Palma que levanta la imputación de Grau y del empresario Miguel Zorío y mantiene la de varios responsables de Cacsa, el vicealcalde compareció junto con Rita Barberá para hacer una valoración del auto, sacar pecho de su «honorabilidad» y cargar con dureza contra los socialistas, en especial, contra su portavoz Joan Calabuig, que solicitó como parte en la causa la imputación del vicealcalde. Grau aseguró que a Calabuig «le honraría pedir disculpas, aunque por lo visto, no le queda honor».

Tras conocerse el contenido del auto, Grau recibió ayer llamadas de apoyo del presidente, Mariano Rajoy, y de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

Rita Barberá destacó la «rectitud» del vicealcalde y declaró que «la justicia ha dicho que esta casa nada tiene que ver con actuaciones delictivas». Barberá reivindicó «la honorabilidad que nos han intentado destrozar» y lamentó «la poca categoría personal, humana y política» de la oposición.

Aunque el auto no entra a valorar si la Fundación Turismo Valencia, a través de la cual el ayuntamiento hizo sus aportaciones a los Valencia Summit, tiene o no carácter público, para el vicealcalde, el escrito del juez deja «clarísimo» que dicha fundación «no estaba sometida a la Ley de Contratos del Sector Público». El carácter privado de dicha fundación, que se nutre mayoritariamente de aportaciones municipales, ha sido el eje de la defensa de Grau.

El vicealcalde no escatimó en descalificaciones hacia el portavoz socialista, al que tildó de «sinvergüenza» y le acusó de «escudarse en la defensa del interés general para ocultar su incapacidad política». Grau destacó que «cuando uno tiene la seguridad absoluta de su comportamiento y su conducta, a través de toda su trayectoria, no tiene por qué temer ni insidias, ni enredos».

El empresario valenciano Miguel Zorío, impulsor del proyecto de los frustrados Juegos Europeos una miniolimpiada por la que el Consell de Francisco Camps pagó 382.000 euros al Instituto Nóos en concepto de asesoría se mostró ayer satisfecho tras el auto judicial que le exculpa del caso Nóos. Zorío apuntó que su actuación «fue legal y que todo ha sido probado y documentado». Para el empresario del sector de la comunicación, «de puertas hacia adentro desconozco qué hacían [Urdangarín y su socio Diego Torres] pero hacia fuera todo fue absolutamente legal».