El presidente del PP de la provincia de Valencia, Alfonso Rus, volvió ayer a marcar distancias con las líneas rojas de Fabra contra la corrupción al reiterar, a preguntas de los periodistas, que una imputación es una protección para la persona que debe prestar declaración y que a lo único que le obliga es a comparecer ante la justicia. Rus evidenció así que, a pesar de haber entrado en la nueva ejecutiva, mantiene su discrepancia con el presidente en este asunto. levante-emv valencia