Este perfil de adicto no es el instalado en el imaginario colectivo ni tampoco el más común en Proyecto Hombre, pero el incremento registrado en el último año por los pensionistas con problemas de adicción a las drogas es el dato más sorprendente en el balance anual de la fundación en Valencia. El número de atenciones que Proyecto Hombre en la provincia de Valencia realizó con personas pensionistas aumentó un 46,7 % y ya representa el 11 % del total de sus usuarios, según la memoria de 2013 presentada ayer en la sede de la fundación. Se trata de «gente que tiene una edad avanzada y también gente joven que ya es pensionista precisamente por causas relacionadas con alguna disfunción orgánica derivada de su problema adictivo», explica el director terapéutico de Proyecto Hombre, Juan Manuel Ferrer. A ese perfil de pensionista que recala en la fundación para desintoxicarse va ligado, en muchas ocasiones, un problema de cronicidad en el policonsumo de drogas que incrementa su riesgo de exclusión, añadió Ferrer. Es decir: son veteranos de las drogas. Las pensiones bajas y los mayores enganchados fuertemente al alcohol con un avanzado estado de deterioro son dos rasgos frecuentes en el grupo de pensionistas que ha experimentado un mayor ascenso entre los usuarios de Proyecto Hombre. Aun así, los parados representan el 60 % de las personas atendidas en un año en el que la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre atendió a 3.331 personas, de las que 1.021 acabaron en programas y terapias, un 9 % más que en 2012.

Si los pensionistas aumentaron el año pasado, los jóvenes parecen ser el grupo emergente de 2014. En el primer semestre del año, y gracias a un programa de detección temprana y prevención impulsado por Proyecto Hombre en el mes de febrero, la cifra de jóvenes con adicción atendidos por la fundación se ha doblado. Son personas de entre 13 y 22 años con problemas de adicciones y abuso de sustancias. Entre las principales en este segmento de edad figuran el alcohol y el cannabis, los dos focos de adicción que más se han proyectado en el último año. El cannabis registró «un aumento espectacular» del 18 % y ya representa el 15 % del total entre las sustancias principales que motivan el tratamiento en Proyecto Hombre Valencia. Pese a ello, «sigue habiendo una falta de percepción de riesgo del cannabis a nivel social», lamentó Juan Manuel Ferrer. Estas cifras, puntualiza, rebaten los argumentos de que la marihuana no engancha y no es perjudicial.

El otro gran incremento ha sido el del alcohol, con un 13,5 % más de casos en los que prima como adicción que lleva a recalar en Proyecto Hombre. Uno de cada cuatro usuarios de esta fundación ya lo es por dependencia etílica. Con todo, la reina de las drogas sigue siendo la cocaína, que concentra el 48 % de casos. Las adicciones tecnológicas sólo supusieron el pasado año el 2 %, pero siguen al alza con el móvil, internet o el juego on line como máximos exponentes.