Moragues confesó ayer, a preguntas de los periodistas, que estos días no se ha planteado dimitir, si bien aseguró que desde que se levanta hasta que se acuesta su cargo está a disposición del presidente Fabra. El titular de Hacienda, que está sometido a una gran presión a cuenta de las negociaciones con Madrid, mantuvo que se estaba «dejando la piel» y en el objetivo de mejorar la situación financiera de la Generalitat y que el día que se fuera lo haría «con la conciencia tranquila de que ha hecho todo lo que podía por la Comunitat Valenciana».