La portavoz del Consell, María José Català, quiso rebajar ayer la presión del Consell para que dimita el presidente de las Corts, Juan Cotino, salpicado por diferentes casos, aunque, como insistió la consellera, «no está imputado». Y recordó: «La línea roja es la imputación, ni antes ni después».

Asimismo, indicó respecto a las declaraciones que realizó el viernes sobre Cotino y sobre la continuidad en el cargo tras la publicación de conversaciones grabadas por la Policía dentro del caso Brugal, que no recomendó «nada a nadie» y que únicamente hizo «una valoración personal».

Durante la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, la portavoz, preguntada por cuál sería su actuación si se encontrara en la situación de Cotino tras la publicación de dichas conversaciones, señaló que si ella, personalmente, se encontrara «en la situación exacta que tiene hoy el presidente de las Corts» pondría su cargo «a disposición del presidente de la Generalitat», Alberto Fabra, en esta «y en todas las circunstancias».

Català agregó que lo dicho sería lo que personalmente haría «no en la situación del presidente de las Corts sino en mi situación y en la situación de cualquier cargo público que, evidentemente tiene un responsable, un jefe» a disposición del cual «nos ponemos todas las mañanas», matizó.

«Las conversaciones que han sido publicadas son conversaciones que se conocen desde hace años y no han derivado en ningún caso en una imputación de su persona», añadió.