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Sentencia

Condenado un cartero a tres años por firmar el acuse de recibo de una notificación

El procesado aseguró en el juicio que solo quería hacerle un favor a la denunciante que perdió el plazo para recurrir un impuesto

La Audiencia de Valencia ha impuesto tres años de cárcel a un cartero por firmar el recibí de una notificación de Hacienda de una vecina de Sot de Chera, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Levante-EMV. La denunciante lamentó en el juicio que el exceso de celo del cartero le ha causado un perjuicio de 2.301 euros porque no pudo alegar a tiempo. El acusado declaró que solo trató de hacer un favor a la destinataria y admitió que firmó el recibí tras poner el nombre de la mujer. El funcionario de Correos ha sido condenado por un delito de falsedad en documento oficial. La Audiencia le ha condenado a la pena mínima que prevé el Código Penal. El problema es que la pena es superior a dos años de cárcel y el cartero deberá ingresar en prisión si no consigue el indulto. El día del juicio se planteó la posibilidad de llegar a una conformidad, pero no se pudo pactar porque era legalmente imposible imponerle menos de tres años.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2009. El acusado, que ahora tiene 58 años, es funcionario público de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos y acudió a la vivienda de la denunciante para entregarle una notificación de la oficina liquidadora de la Agencia Tributaria de Villar del Arzobispo. Hacienda informaba a la mujer de que había iniciado un procedimiento de verificación de datos y le emplazaba a consultar su expediente en el plazo de diez días.

El 18 de diciembre de 2009, el acusado rellenó el documento de aviso de recibo y plasmó una firma en el apartado correspondiente al destinatario, fingiendo ser la mujer, según recoge el apartado de hechos probados de la sentencia. La víctima encontró la carta tirada en la puerta de su casa, abierta, pisada y con manchas de café el 22 de enero de 2010. El fallo precisa que habían transcurrido 34 días desde la supuesta notificación hasta la recepción real del aviso.

El procesado insistió en el juicio que solo trató de favorecer a la mujer. «Intenté localizarla con la ayuda del Ayuntamiento de Sot de Chera, pero no era del pueblo y solo iba periódicamente. Me dijeron donde tenía la casa y tras intentar notificarle dos veces decidí firmar yo y dejarlo por debajo de la puerta. Lo hice para tratar de ayudarla. No tenía ningún interés particular en este asunto porque no la conocía de nada», apuntó. El acusado intentó sin éxito hablar con la mujer cuando interpuso la denuncia.

Certificados

La denunciante acudió al juicio con los certificados de Hacienda que acreditan, según precisa el fallo, que tuvo que pagar 2.301 euros. «Esto me ha provocado un grave perjuicio porque tuve que hacer frente al pago de una donación de la que estaba exenta. Cuando fui a solucionarlo se había pasado el plazo», advirtió a los magistrados. «Llegué a la conclusión de que alguien la había firmado en mi nombre. Le pregunté a una vecina y me aseguró que no sabía nada. Luego me dijo que a veces lo hacía el cartero por hacer un favor», añadió.

El fallo destaca que la pericial caligráfica ratificada en el juicio demuestra que el funcionario de Correos rellenó y firmó las anotaciones en el documento «aviso de recibo». El acusado indicó en su primera declaración que la notificación la firmó una vecina de la destinataria, pero cambió su versión «a la vista de los términos rotundos del informe pericial» sobre la escritura que acreditaron que fue él, según la sentencia.

Los magistrados han aplicado al caso la atenuante de dilaciones indebidas porque «a pesar de que la instrucción era sencilla bastó con la declaración de cuatro testigos y el informe pericial la causa se retrasó hasta el punto de que ha tardado en juzgarse más de cuatro años». El tribunal ha descartado rebajarle la pena al cartero por el hecho de que lo hiciera, según él, por hacerle un favor a la receptora de la misiva. «Admitiendo que era la voluntad del acusado evitar molestias a sus vecinos, no cabe duda de que la contrariedad que puede suponer trasladarse a otra localidad para recoger las cartas no justifica el proceder del acusado».

El cartero ha sido condenado a los tres años de cárcel y a la inhabilitación especial para continuar como funcionario de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos durante dos años y medio. El condenado puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo.

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