El informe de Ángel de la Fuente dividió ayer a las comunidades en un anticipo de lo que será la pelea por la financiación autonómica. Unas y otras, en función de si salen beneficiadas o perjudicadas por los cálculos aprovecharon las balanzas fiscales, bien para pedir un cambio en el modelo, bien para mantener su status quo. De nada sirvió el interés del experto en que se desvinculara su informe del debate de la financiación. Así, Madrid y Cataluña, las dos autonomías con mayor saldo fiscal negativo,aprovecharon la publicación de las balanzas fiscales para reclamar un nuevo sistema de financiación que, para Madrid, debe permitir a todas las regiones recibir el mismo dinero por habitante. El presidente catalán, Artur Mas, acusó al Gobierno de publicar exclusivamente por interés «puramente político» las balanzas al usar sólo el método de cálculo de «carga-beneficio» y no también el de «flujo monetario», como hace la Generalitat, que eleva el déficit de Cataluña.

Además del valenciano Alberto Fabra, también reclamó un sistema el balear, José Ramón Bauzá, que defendió el criterio de solidaridad territorial, pero exigió que Baleares esté en la media de financiación de las comunidades autónomas. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz acusó al Gobierno de utilizar las balanzas fiscales para enfrentar a las distintas comunidades. Por su parte, el portavoz del Gobierno asturiano, el también socialista Guillermo Martínez,advirtió de que Asturias, la séptima comunidad más beneficiada con un superávit de 1.666 millones de euros, «no aceptará en ningún caso» que las balanzas fiscales sean la base para establecer la financiación». La Junta de Extremadura recalcó que las balanzas fiscales son un indicador más de situación, sin otra transcendencia. Desde Castilla y León, se consideró un «grave error» la publicación de las balanzas que pueden llevar a una confrontación política y territorial.

Por su parte, el gobierno de Aragón aseguró que seguirá defendiendo un sistema de financiación autonómica «justo», ya que que la balanza fisca arroje un saldo positivo de 633 millones de euros no quiere decir «ni mucho menos» que esté sobrefinanciada.