¿En la Comunitat Valenciana las élites políticas y burguesas han llegado tarde a su campaña de reivindicación?

Es evidente que en Valencia ha sucedido algo muy diferente a Cataluña. La confianza, la dependencia del modelo económico valenciano de la vida política ha sido de tal índole que la crisis aquí ha descapitalizado a la sociedad de una manera que no tiene parangón en España. Eso se ha hecho por élites que miraban de reojo a la posibilidad de conseguir poder respecto de las élites centrales. Camps en su origen inspira confianza a determinadas burguesías regionales pero hace valer los votos para conseguir poder en Madrid. Pero luego se hundió todo. La Caixa no se ha hundido. Tiene el ahorro de los catalanes y los españoles en empresas del IBEX 35. ¿Dónde fueron a parar los ahorros de los valencianos? Al ladrillo, a Terra Mítica... Eso ha dejado a la Comunitat Valenciana sin élites reales. Ni económicas, ni financieras, ni tampoco políticas. El liderazgo de Fabra es la necesidad inexorable de ocupar un lugar institucional, pero sabemos que no tiene capacidad de intervención alguna. Y ahora el PP le hace pagar a Valencia su corrupción porque se da por perdida.

¿Se está dirigiendo el foco hacia Valencia para no hablar de otros territorios?

Se está redirigiendo el foco y se está penalizando la carencia radical de fuerza política a la hora de repartir el dinero, de repartir poder. ¿Si das por perdida Valencia quién te va a convencer de que tengas algún tipo de consideración?

¿En la mesa donde se decidirá el futuro de España no estará la C. Valenciana?

Fíjate en la televisión autonómica. La deuda de TV3 es tan grande como la RTVV. Sin embargo, la única que se deja caer es esta. Nadie tocará la televisión andaluza. Estamos hablando de algo que conviene subrayar. El arcaísmo institucional condena a las sociedades a políticas feroces luchas de poder. Es poder. Por lo tanto, el que no tiene poder no tiene nada. Eso es lo que hace a un pueblo arcaico, primitivo.

¿Los valencianos están fuera de juego?

El mayor problema español es no haber sabido dotarse de instituciones prestigiosas, imparciales, con capacidad de articular mediaciones. Esta es mi obsesión, en España todo es lucha descarnada de posición de poder. Así no funcionan los países solventes. Eso ha pasado en la abdicación del Rey. No había nada previsto, se ha hecho todo a prisa y corriendo, haciendo el ridículo... Eso forma parte de la mentalidad de las élites políticas. Como todos los resortes están en nuestro poder estamos en condiciones de generar la verdad. Eso es un error y más en la actualidad. En este país o te crees lo que dice el Gobierno o te la comes. Alguien tiene que decirles que somos un pueblo maduro.