Un grupo de investigadores liderados por Antonio del Campo ha monitorizado durante años el ciclo hidrológico de tres parcelas experimentales que representan los escenarios forestales más representativos de la Comunitat Valenciano: repoblación, monte bajo y regeneración post-incendio, que han permitido comprender mejor la relación bosque-agua y cómo mejora esta si se realiza una gestión «hidrológica» de los montes.

Según el estudio realizado por el Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y Medio Ambiente (UPV), una buena gestión forestal permite incrementar hasta en un 42% el agua de lluvia que llega a los acuíferos.

Así, en las parcelas de regeneración post-incendio, caracterizadas por una masa de arbolado continua, «casi el 50% del agua de lluvia se pierde por interceptación y nunca llega a tocar el suelo», explica Antonio del Campo.

«Con una correcta gestión de ese bosque , entre el 74 y el 88% del agua de lluvia se filtraría en el suelo y de ahí, parte iría hasta los acuíferos, contribuyendo a la alimentación de embalses, pantanos y fuentes», añadió.

En opinión del investigador, una «buena gestión» forestal en estos montes de regeneración pasa por «aligerar las masas de arbolado, a veces moribundas por exceso de densidad y competencia, para que dejen pasar al suelo una parte del agua de lluvia».

Antonio del Campo destaca la importancia de estos recursos en la Comunitat Valenciana, donde la pluviometría es muy escasa e amplias zonas del territorio.

El estudio sugiere que la cuantificación del agua que es capaz de generar cada monte y la posibilidad de aumentar su volumen si se gestiona la masa forestal, podría facilitar que se habiliten fondos para estas acciones en la medida en la que los propietarios «estarían proporcionando un beneficio medible a la sociedad».