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Entrevista

José Juan Giner: "Lo malo sería que la tierra no se moviera; hay que vivir con ese riesgo"

La Comunitat Valenciana ha registrado en lo que va de año 96 seísmos, todos de magnitud "moderada"

José Juan Giner: "Lo malo sería que la tierra no se moviera; hay que vivir con ese riesgo"

Esta semana se celebró en la Universitat Politècnica de València la jornada «Evaluación e intervención de daños por sismo» con el objetivo de formar a técnicos municipales. Allí, la secretaria autonómica de Gobernación, Asunción Quinzá, anunció la creación de una Bolsa de Inspectores Voluntarios para reforzar el trabajo de la Unidad Básica de Evaluación de Daños, prevista en el Plan Especial frente al Riesgo Sísmico de la Comunitat Valenciana. Y es que, la mayoría de expertos incidió, tras la experiencia de Lorca, en que es necesario más formación y más técnicos preparados ante la probabilidad de que ocurra un terremoto. José Juan Giner aseguró a Levante-EMV que aunque los sismos en la Comunitat son moderados, hay que actuar para estar prevenidos.

¿Alguna vez ha vivido un terremoto?

Sí. No me acuerdo del año, pero fue en Alicante. Y asusta. Lo que ocurre es que es ahora cuando estamos empezando a ser conscientes de cómo actuar.

¿Cómo hay que actuar?

Después de que entrara en vigor en el 2011 el Plan Especial Frente al Riesgo Sísmico en la Comunitat Valenciana, son las localidades con mayores riesgos los que ahora tienen que tener por obligación un protocolo de actuación. En cualquier caso, hay algunas reglas de sentido común. Por ejemplo, si uno comienza a sentir temblores, hay que salir de casa y dirigirse hacia espacios abiertos, no quedarse en casa o en la calle. No asomarse al balcón a ver qué ocurre, porque es lo primero que se va a caer. No irse al colegio a por los hijos, porque entonces se atascarían todas las calles y salidas. Además, los colegios ya tendrán su propio protocolo de actuación. Ni tampoco encender el gas.

A través de qué vías se puede hacer entender a la sociedad este tipo de actuaciones.

A través de jornadas específicas con el apoyo de cada ayuntamiento. En campañas escolares. Sensibilización a las asociaciones de padres y madres. Hay muchos caminos. Y es lo que ya se está haciendo.

¿Qué pueblos tienen que tener de manera obligatoria estos planes de actuación?

En la Comunitat Valenciana, todos aquellos municipios en los que son previsibles sismos de intensidad igual o superior a VII en la escala macrosísimica EMS. Eso son 138 municipios en Alicante y 194 en Valencia. En la provincia alicantina, se corresponde principalmente con la zona de Vega Baja del río Segura, y después al norte. En Valencia, el área más afectada es el sur.

¿Cuántos terremotos habéis contado en lo que va de año?

Prácticamente hay todos los días. En lo que va de año hay contabilizados 96, pero muy pequeños. No es una alarma, lo malo sería que la tierra no se moviera. Hay que aprender a vivir con este riesgo que, insisto, es moderado. La tierra va liberando energía paulatinamente y por eso ocurren.

Pero, ¿y Lorca?

La verdad es que jamás esperé que un terremoto en España provocara muertes. Por eso digo que lo importante es atacar dos grandes frentes: por un lado la divulgación, para que la sociedad sepa actuar. Y, por otro lado, la vulnerabilidad de los edificios. En este tema, una gran experta es la coordinadora de estas jornadas, Begoña Serrano.

¿Cuál es el principal inconveniente de los sismos en la Comunitat Valenciana?

Un problema es que los terremotos son superficiales. Yo he trabajado en lo que se denomina «peligrosidad sísmica», que es la probabilidad de que la sacudida de un sismo llegue hasta la superficie. El «riesgo sísmico», sin embargo, es el daño que provoca. En cualquier caso, la peligrosidad en la Comunitat es de tipo medio. También habría que profundizar en la microzonificación de sismos. Queda mucho trabajo.

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