La investigación abierta sobre el interrogatorio al que el jefe de seguridad del presidente Fabra, el policía autonómico Rafael Piqueras, sometió al jefe de prensa del vicepresidente Císcar, el periodista Juan Botella, con el objetivo de cazar al supuesto topo que filtró documentos sensibles del Palau, se cerrará «a lo largo de los próximos días y se podrán detallar los resultados». Lo avanzó ayer la portavoz del Consell, Mª José Català, quien apuntó que «no se alargará mucho más» allá de esta semana.

«El presidente [Fabra] ya ha dicho que no se dio ninguna instrucción y lo que intentamos averiguar en este momento es si lo que cuentan los medios de comunicación ha sucedido así y el desarrollo de los hechos; es decir, en base a qué una persona insta a responder a una persona del equipo de confianza del vicepresidente».

El caso saltará a Madrid. El líder del PSPV y diputado en el Congreso, Ximo Puig, ha registrado varias preguntas al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre si tiene conocimiento de la actuación de Piqueras, policía nacional, y sabe si interrogó al responsable de prensa de Císcar, «sin que existiera el perceptivo procedimiento judicial, policial o administrativo». En las Corts, el socialista Rafael Rubio también emplazó a expedientar a Piqueras o, en caso contrario, que el policía diga quién le dio las instrucciones.

Los regalos a Castellano

Puig también ha presentado preguntas sobre si el delegado del Gobierno, Serafín Castellano, recibió un rifle como regalo de la contratista Avialsa. Al respecto, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha solicitado en el Congreso la comparecencia de Fernández Díaz para que dé explicaciones.