Además del valenciano, la ley, de 36 artículos, hace un «reconocimiento genérico» de las «señas que nos identifican como pueblo», dijo el conseller Santamaría. Y enumera: los «símbolos» de la C. Valenciana (la Senyera, el Himno y el Estandarte de la Generalitat), «el Siglo de Oro, los Reales Monasterios de Santa María del Puig y Santa María de la Valldigna, el Archivo de la Corona de Aragón («siendo conscientes del peculiar régimen jurídico de éste», precisó), el 9 d'Octubre, Els Furs y el Derecho Civil Valenciano». También «los bienes declarados patrimonio de la Humanidad, la música y los instrumentos tradicionales valencianos, las bandas de música y las sociedad musicales, el Cant d'Estil y el folclore», así como «los deportes autóctonos y tradicionales, las fiestas tradicionales, los festejos taurinos tradicionales, las manifestaciones religiosas arraigadas, la gastronomía y los productos autóctonos y la indumentaria típica de las poblaciones».

«Siete millones de personas»

Unas referencias que abarcan desde la paella a las Fallas y el Corpus. El conseller subrayó el «reconocimiento específico de los 'bous al carrer'», que se quieren declarar bien de interés cultural. Dijo entender que haya personas «que no se sientan identificadas con el 'bou embolat'», igual que «en Pamplona habrá gente que no se sienta identificada con los Sanfermines», pero resaltó que «no se puede negar la realidad» y estas festejos tienen en la C. Valenciana «una asistencia de siete millones de personas».

La ley define las señas como «todos aquellos símbolos bienes, documentos, costumbres, acontecimientos, fiestas, tradiciones e instituciones tradicionales que por su especial vinculación con la historia, raíces e idiosincrasia del pueblo valenciano merecen ser valoradas como representativas del mismo».