Revertir el envejecimiento de los ovarios o rejuvenecerlos para que una mujer con 40 años largos o cincuenta pueda ser madre sin tener que renunciar ni sacrificar a su profesión. Este será el nuevo hito de la investigación ginecológica tras el éxito del trasplante de útero. Así lo afirma el jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia de La Fe y codirector y fundador del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer, quien indica a Levante-EMV que ya se trabaja en varias líneas de rejuvenecimiento ovárico. «Aún no tenemos nada, pero lo tendremos», declara convencido. De hecho, hay varios frentes abiertos: ensayos con animales, experimentos in vitro y los estudios y aportaciones en ciencia básica que se hacen en La Fe y en el IVI.

¿Qué puede revertir el envejecimiento de un órgano como el ovario? Pues factores de crecimiento que también se utilizan para diferenciar células madre, «y para que las hormonas de las mujeres de cuarenta y tantos años se pongan en marcha y el ovario pueda generar óvulos buenos para ser fecundados», explica el responsable de la Unidad de la Mujer de La Fe. «Se trata detalla Pellicer de rescatar los óvulos que las hormonas naturales ya son incapaces de rescatar».

El ginecólogo y Premio Jaume I de Investigación Médica en 2004 asegura que este próximo logro científico que abrirá la puerta de la maternidad a millones de mujeres en el mundo estará disponible en un par de años. «En los próximos diez años indica el especialista veremos que toda la investigación de Ginecología irá orientada al rejuvenecimiento ovárico».

En estos momentos un 40 % de las mujeres que se somete a una técnica de fecundación in vitro (FIV) lo hace con óvulos donados porque ellas ya no pueden generarlos, una situación que cambiará radicalmente cuando las mujeres de más edad puedan crear sus propios ovocitos para que sean fecundados. «El retraso de la maternidad es una situación que ya no va a cambiar, igual que no ha cambiado la edad de la menopausia, por eso hay que trabajar en el rejuvenecimiento ovárico», agrega Pellicer.

El programa piloto de Suecia

El especialista indica que del mismo modo que ahora cree en la posibilidad de revertir la edad de los ovarios, creía ya hace años en el trasplante de útero: «He creído siempre y era mi objetivo fundamental, por eso mandé al doctor César Díaz a Suecia hace seis años a que aprendiera la técnica y participara en los ensayos de investigación con animales que se empezaron a hacer allí».

Mientras que el trasplante de útero en el mundo de la Ginecología era un avance sin precedentes, la medicina en general no lo consideraba un trasplante fundamental, «porque los trasplantes tienen grandes riesgos y se aceptan cuando pueden salvar una vida o mejorar mucho las condiciones físicas o psíquicas de una persona, que es el principio fundamental que rige la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)», indica Pellicer, que apunta que las primeras intervenciones de trasplante de útero se realizaron en Arabia Saudí y Turquía (de donantes cadáveres) y no se tomaron muy en serio.

Sin embargo, el equipo de especialistas de La Fe sabía que se trataba de un acontecimiento extraordinario y comenzó a trabajar con permisos y de forma experimental con úteros de donantes, «para engrasar la maquinaria hospitalaria». El siguiente paso es conseguir la autorización de la ONT para poner en marcha un programa piloto de trasplante de útero como el de Suecia (del que ya ha nacido un niño y hay otros dos previstos en el próximo mes), «porque si la mujer no tiene útero o lo alquila, que aquí está prohibido, o se le trasplanta», agregó Pellicer. No hay más.

Desde hace un par de meses, que fueron autorizados por la conselleria, La Fe ensaya el explante de úteros de donantes fallecidas, «pero no es fácil encontrarlas porque tienen que tener cierta edad», indicó el ginecólogo que es más partidario de realizar el trasplante de útero de donante viva, como en Suecia. «Yo creo agregó que podemos dar el paso definitivo y poner en marcha un programa piloto similar al sueco».