El Parc Científic de la Universitat de València (UV) celebró ayer su quinto aniversario con un homenaje a las 19 empresas que inauguraron este «ecosistema de la innovación valenciana» en palabras del rector de la UV, Esteban Morcillo. De esas 19 empresas intensivas en conocimiento, que generaban 78 empleos, se ha pasado hoy en día «a 88 compañías, que pese al momento actual de crisis, ofrecen unos 420 puestos de trabajo de alta cualificación (doctores, licenciados, técnicos?) y facturan más de 18 millones de euros al año», explicó ayer el director del Parc, el catedrático Juan Antonio Raga.

El Parc Científic de la UV ocupa 200.000 metros cuadrados del término de Paterna en el que conviven seis institutos de investigación, cuatro de la UV y uno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) además de un centro mixto entre ambas instituciones, con la citada área empresarial dedicada a la transferencia de conocimiento.

Este complejo volcado en la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), en el que en total trabajan 1.500 personas entre científicos, tecnólogos y personal administrativo y de servicios, en estos últimos cinco años ha firmado más de 1.600 proyectos y contratos de investigación de programas de la UE, del Gobierno y de la iniciativa privada que ascienden a más de 100 millones de euros.

El Parc Científic, aunque su vivero de empresas y firmas consolidadas innovan en multitud de campos, es un referente en biotecnología en España. Y ello gracias a empresas como la compañía valenciana Biopolis, que desarrolla y produce probióticos funcionales para la industria alimentaria, farmacéutica y de complementos alimentarios de todo el mundo, o al albergar en sus instalaciones toda el área científica del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), líder europeo en reproducción asistida.

Los directores científicos de Biopolis, Daniel Ramón Vidal, y de la Fundación IVI, Carlos Simón, coincidieron ayer en señalar que el Parc Científic ofrece el entorno «ideal» para la innovación. Ramón Vidal destaca que «la gasolina» de las empresas intensivas en conocimiento «son las ideas», por lo que «solo interrelacionándonos con los científicos e investigadores salen cosas». Las empresas de base tecnológica «deben de estar allí donde nacen las ideas», enfatiza hasta el punto de señalar que la cafetería del Parc Científic «es estratégica, pues es un lugar donde interaccionan a diario investigadores e innovadores».

Simón, por su parte, sostiene que el Parc, por sus instalaciones y servicios, «es el sitio idóneo para la transferencia del conocimiento, en el que una idea surgida de la investigación pueda dar lugar a la creación de una empresa».