El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que va a presentar una proposición de ley sobre el traspaso de poderes en la Generalitat, con el fin de «garantizar la transparencia» siempre que haya alternancia de gobierno. Puig defiende la necesidad de garantizar «una transición ordenada y legítima, para que democráticamente se pueda abrir la nueva etapa que necesita» la Comunitat, y por ello se deben regular los términos de la transmisión de poder y fijar «unos mínimos».

«Lo que subyace detrás es que las instituciones no son de los partidos políticos, son de los ciudadanos», dijo. Puig manifestó que «es muy importante que el PP pase a la oposición», porque la agenda política «no puede continuar marcándola la corrupción», y eso solo es posible con una «alternancia higiénica».

Nueva relación con Madrid

En una entrevista con Efe, aseveró que no va a cerrar ningún pacto preelectoral, porque aspira a que los valencianos les den «la mayoría suficiente» para hacer posible el «cambio seguro», renovar la democracia, regenerar la política, cambiar el modelo productivo, consolidar el estado social y cambiar la relación con Madrid. «Si no es así, será inviable la Generalitat en estos momentos», afirma Puig, quien considera que se debe centrar en levantar una alternativa lo más «consistente, rigurosa y solvente posible» para asegurar el futuro, que es la «misión histórica» de los socialistas.

Por otro lado, aseguró que su «obsesión jamás será el retrovisor», ya que quiere saber cómo se ha gestionado, pero no se va a «quedar hundido en el lodazal del pasado», y reivindica la lucha de su partido contra la corrupción. «No quiere decir que otros no lo hayan hecho, pero más que el PSOE, no», finalizó.