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Educación

"El fracaso escolar existe porque no se enseñan técnicas de memorización"

El valenciano Michel Rivera batió en 2013 el récord mundial en memorizar binarios y es capaz de leer 1.000 palabras por minuto

"El fracaso escolar existe porque no se enseñan técnicas de memorización"

Puede recordar sin un solo fallo secuencias de 54 números binarios con un vistazo de un segundo. Su capacidad de lectura supera las 1.000 palabras por minuto y en 2013 se alzó con el récord internacional de memorización de binarios en el Mundial de Lisboa. Aunque a juzgar por los números pueda no parecerlo, Michel Rivera nunca ha sido un cerebrito al uso. Hasta que se presentó a la oposición para convertirse en Policía Nacional, su expediente académico distaba de ser brillante.

Fue entonces, hace cinco años, cuando comenzó a cambiar su percepción. A los 23 años se lanzó a entrenar la mente a fondo después de conocer a su mentor, Ramón Campayo, con 100 récords mundiales en la materia a sus espaldas. Mediante ejercicios de lectura rápida, deducción lógica y cálculos matemáticos diarios, Rivera fue articulando simples pero efectivas técnicas de memorización y sistemas de algoritmos que comenzó a aplicar en el día a día. Algo debió activarse en su cerebro, porque al poco tiempo consiguió colarse en el tercer puesto de la clasificación mundial de memorización rápida.

Este mismo año ha obtenido la marca más alta en la prueba de binarios en un segundo celebrada en Valencia, donde reside. Derribados todos los límites, decidió aprender a tocar el piano. En cuatro meses, desarrolló una técnica de improvisación intuitiva y compuso su primera pieza. Ahora lee cinco veces más deprisa y ha comenzado a estudiar Física por puro placer. Incluso se plantea ir a la universidad, una opción que nunca antes se le había pasado por la cabeza.

Para Rivera, si se entrenan con constancia, las habilidades memorísticas pueden ejercer como una poderosa herramienta para cultivar la inteligencia. Si se pulsan las teclas correctas, ejercitando las técnicas adecuadas, la rapidez y efectividad del aprendizaje se multiplica. «En hora y media se puede duplicar la velocidad de lectura. Con 5 minutos de cálculo diario durante tres semanas es posible triplicar la velocidad de cálculo. En 7 u 8 días podemos balbucear un idioma nuevo y aprender a comunicarnos con otras personas», mantiene el joven, que reivindica el potencial desaprovechado del cerebro. «Desde los 8 años comienzan a coartarnos la creatividad. Pero el cerebro es muy plástico y no deja de aprender. Todos tenemos la habilidad; solo hay que desarrollarla». El «memorizador» indica que el tiempo de estudio puede reducirse hasta 10 veces con la metodología que ha seguido. «Entrenando tres meses puedes ahorrarte tres años de academia para prepararte una oposición», proclama.

«Hay que acostumbrar la mente»

Michel Rivera acaba de plasmar su sistema en un manual orientado a facilitar el trabajo a los opositores en las pruebas psicotécnicas. «Se trata de potenciar la mente acostumbrándola a percibir las cosas de forma más analítica y creativa», resume el autor, cuyo presente transita entre cursos y charlas sobre memorización por toda España. Esta semana estará en Oviedo y A Coruña. También imparte clases semanales a compañeros de la Policía. Rivera sostiene que el fracaso escolar «existe» porque a los alumnos «solo se les enseña a repetir como papagayos». De nada sirven los métodos tradicionales de repetición, añade, si no se complementan con técnicas «asociativas y deductivas» para procesar la información.

Pone un ejemplo: asociar Dinamarca a un dinosaurio y su capital, Copenhague, a una copa, e imaginar un dinosaurio ciego de copas. Siguiendo esta fórmula, asegura, pueden memorizarse las capitales de 200 países en media hora. «La mente procesa imágenes. Solo recordamos lo que imaginamos», observa el joven.

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