Directores de escuelas públicos de Valencia coincidieron ayer en calificar de «extraña y nunca vista hasta ahora» la situación del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Teodoro Andreu de Alzira, donde un grupo de 40 alumnos con beca han dejado el comedor escolar debido a que el menú servido no seguía el rito «halal» de carne derivada de animales sacrificados por un musulmán tras un rezo y en dirección a la Meca.
Un director de Centro Educativo de Acción Singular (CAES) como la citada escuela de la capital de la Ribera, colegios con más del 30 % de alumnado inmigrante, perteneciente a una minoría étnica o a un contexto social desfavorecido, señala que «ninguna empresa de restauración colectiva que presta servicios a comedores escolares ofrece menús "halal" en la Comunitat Valenciana». Además, añade, «técnicamente sería muy difícil hacerlo, pues las grandes compañías ya sirven a través de servicios de catering hasta 8 tipos diferentes de menús o dietas al día a los colegios dependiendo de las características de cada alumno».
Dos de estos menús, explica otra directora de un colegio también CAES, «están adaptados para familias musulmanas». El más solicitado es el llamado menú «No cerdo», conocido también como «musulmán». Esta dieta, en la que se sustituye la carne prohibida por el Islam por pollo, pavo, ternera o cordero, es la que solicitan «la gran mayoría de familias de esta religión, pero hay una minoría de "puros" que prefieren que sus hijos no coman carne si no es "halal"». En este último caso, los directores ofrecen a los padres un menú sin carne, «que es igual que el vegetariano pero con pescado en lugar de carne», explica otro responsable de un colegio público.
Sin conflictos hasta ahora
Los equipos directivos consultados, todos ellos de colegios con altos porcentajes de población escolar extranjera, señalan que las familias musulmanas que no quieren que sus hijos coman carne si no es «halal», aceptan esta última alternativa de sustituir la carne por el pescado y nunca se han encontrado con casos como el de Alzira.
En este sentido, un director explica que la petición de menús sin carne por parte de padres musulmanes, «uno, dos o tres por colegio como mucho, llega de familias en contacto con grupos integristas». Estas situaciones aisladas, continúa, «son más complicadas de dar respuesta, pero en el colegio de Alzira las familias, en lugar de sacar a los niños del comedor, lo que tendrían que haber hecho es presentar su solicitud al Consejo Escolar a principio de curso para que el centro pudiera haber contratado alguna empresa interesada en ofrecer menús "halal"».
Según este director, «40 comensales en un comedor escolar es un colectivo a tener en cuenta, e igual que la presión de muchos colegios ya está consiguiendo que las empresas empiecen a introducir dietas ecológicas, si en realidad hay demanda también se podría plantear alguna compañía de restauración ofertar menús que respeten el rito "halal"».
