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Medio ambiente

El potente anticiclón impide renovar el aire y dispara los contaminantes

Se alcanza en Utiel una presión máxima de 1.047,4 hectopascales y se bate el récord en Alicante

El potente anticiclón impide renovar el aire y dispara los contaminantes

Un viento ligero, apenas imperceptible, evitó ayer en Valencia los problemas de contaminación atmosférica derivados del potente anticiclón situado sobre la Península y que está detrás de las medidas preventivas aprobadas en Barcelona y Madrid tras superarse los niveles máximos recomendados en dióxido de nitrógeno (No2) y partículas en suspensión (PM10).

El anticiclón, que ayer batió récords en la Comunitat Valenciana con registros de hasta 1.047,4 hectopascales, es el responsable del episodio actual de tiempo estable, viento flojo o en calma que impide la dispersión de los contaminantes provocados mayoritariamente por el tráfico.

En la Comunitat Valenciana, además, se produce como fenómeno destacado el descenso del nivel del mar por la elevada presión, fenómeno conocido como «minves de gener». Así, en los mareógrafos de Puertos del Estado se ha registrado la pasada madrugada un descenso de 35 centímetros en Sagunt y de 30 en Gandía.

Contaminación

Un portavoz de la conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente aseguró tras consultar ayer los paneles de la Red Valenciana de Control de la Contaminación Atmosférica que el único punto «conflictivo» en toda la Comunidad Valenciana se encuentra en la Pista de Silla, donde se llegan a superar los 40 microgramos de dióxido de nitrogeno como media anual, un gas corrosivo, derivado a de la contaminación del tráfico y responsable de la niebla o «boina» claramente visible sobre Valencia en el día de ayer.

Para el dióxido de nitrógeno, además de un promedio anual permitido en la legislación de 40 ?g/m³, la concentración horaria no debe sobrepasar el valor de 200 ?g/m³ más de 18 veces al año.

El portavoz recordó que en ocasiones, «pocas», se producen «puntas en las que se superan los 200 microgramos que «obligan a tomar medidas», como ocurre actualmente en Barcelona o Madrid pero que este «no es el caso de Valencia», donde en ninguna estación se llega a 18 superaciones anuales y donde ayer la concentración máxima de No2 se produjo en la estación situada en la Univesidad Poltécnica de Valencia con 183 microgramos pasadas las 20 horas.

Sí hubo un incremento destacable de las partículas en suspensión (PM10) en casi todas las estaciones próximas a ciudades y grandes redes de tráfico, aunque según la medición «on line» de la conselleria, la única consecuencia en estas estaciones fue pasar de una calidad del aire «excelente» a «buena».

Solo en Alcora hubo valores por encima del límite normativo y una calidad «deficiente» del aire que en Quart de Poblet bajó a «mejorable» entre las 10 y las 11 de la mañana.

El No2 o dióxido de nitrógeno es un gas de color parduzco que se forma como consecuencia de la combustión de elementos en los motores de los vehículos o en las centrales eléctricas, por lo que aparece en zonas con alta concentración de tráfico y en el centro de las ciudades, como en este caso. Es tóxico y provoca irritación de las mucosas y los bronquios que pueden derivar en daños pulmonares, incrementando la aparición de crisis asmáticas.

Las particulas PM10 (con tamaño inferior a 1o micras), se introducen en los pulmones y agrava las enfermedades respiratorias.

La brisa salvadora

En Madrid más de una decena de las 24 estaciones de medición de calidad del aire de la ciudad rebasaron el umbral de aviso por concentración de dióxido de nitrógeno, fijado en 200 microgramos por metro cúbico. En Barcelona,la contaminación obligó a activar un protocolo especial en 40 municipios del área metropolitana donde se impuso una reducción de la velocidad máxima.

Sin embargo la proximidad del mar a Valencia y su régimen de vientos dominante, facilita la dispersión de contaminantes incluso en jornadas anticiclónicas. Ayer en Valencia el viento solo superó en dos ocasiones los 5 kilómetros por hora, con episodios de «calma chicha» que redujeron la habitual dispersión de contaminantes.

«Por la noche y primera hora de la mañana hay brisa de tierra débil, pero brisa, y desde mediodía brisa muy débil del mar. La diferencia es que en zonas del interior como Madrid la calma es casi total», aseguró el jefe del servicio de Climatología de la agencia Estatal de Meteorología en Valencia José Angel Núñez Mora.

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