El delegado del Gobierno, Serafín Castellano, fue quien más pasión puso a su discurso en el centenario de la RACV. Tras defender el «orgullo» y la «autoestima» de ser valenciano y reivindicar el «honor» de ser «leal, generoso y solidario» a la hora de «contribuir a hacer grande a España», Castellano pidió acabar con las divisiones. Uno de los errores de los valencianos ha sido la confrontación, dijo. Él se opuso tanto a «un valencianismo excluyente, encerrado en sí mismo», como a «un valencianismo excluyente que vive bajo la influencia del catalanismo». p. cerdà valencia