Infraestructuras

Uno de los puntos negros de la red viaria de Diputación se retrasa por una tubería de agua

Se trata de la canalización principal que suministra el agua potable a la ciudad de Valencia y nadie asume su reposición

laura ballester | valencia

Una de las causas que retrasan las obras que erradicarían el punto negro en la carretera CV-370, competencia de la Diputación de Valencia, pero que enlaza con el bypass es la substitución de una tubería de agua que se vería afectada por las obras, según han confirmado a Levante-EMV fuentes de la Diputación de Valencia. Y no es cualquier tubería. Se trata de la conducción principal que suministra el agua potable a la ciudad de Valencia, procedente de la planta potabilizadora de la Presa en Manises. Una substitución que coincide con la necesidad de modernizar la tubería, muy envejecida y que sufre continuos reventones, por lo que la actuación eleva la inversión necesaria que se ha de realizar en la zona.

Así que a la disputa entre el Ministerio de Fomento y la Diputación de Valencia sobre quién se encarga de erradicar el punto negro de la CV-370, el enlace con el bypass (competencia de Fomento y pendiente de ampliar) de la carretera de Manises a Riba-roja (que depende de la Diputación de Valencia y que ya está en obras), se une también la patata caliente de quién asume el coste de substituir la tubería de agua, que depende de la Emshi (Entidad metropolitana de servicios hidráulicos).

Una posible solución a este embrollo de competencias podría ser que el Ministerio de Fomento desglosara seis millones de euros para adecuar el enlace con el bypass de la CV-370 (que ha registrado 55 víctimas mortales en los últimos cinco años) del presupuesto que tiene previsto para ampliar el bypass. Pero el ministerio no da su brazo a torcer y elude adelantar esta inversión, pero tampoco autoriza que intervenga la Diputación de Valencia, según fuentes de la institución provincial, aunque desde Fomento y la Demarcación de Carreteras de la Comunitat Valenciana lo niegan.

Respecto al otro punto negro de la Diputación de Valencia retrasado por la inacción de Fomento, la CV-670 de Gandia a Daimús, cuyo cruce con el camino de la Vital está incluido el acceso sur al puerto de Gandia (unas obras que Fomento tiene paralizadas desde 2013), ingenieros consultados por Levante-EMV explican que, mientras que Fomento se decide a retomar las obras, «se podría ejecutar una rotonda básica provisional "low cost" de 200.000 euros hasta que llegue la actuación del ministerio (adjudicada por 16,5 millones de euros a Copcisa SA en 2009)». Así, al menos, se podría evitar que este punto negro siguiera registrando accidentes: 24 con víctimas (no se aclara sin heridas o mortales) y otros 23 sólo con daños materiales.

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