Evolución del conjunto histórico
Los colores del Jardín de Monforte
Una experta en botánica describe en un diario de varios años cómo ha evolucionado este jardín romántico único

Los colores del Jardín de Monforte
h. g. | valencia
Un relato del paso del tiempo y de los cambios del jardín histórico de Monforte. Ese es el argumento del libro que acaba de publicar bajo el título «Desde mi ventana» la experta valenciana en jardines María Teresa Santamaría, que durante ocho años ha observado la evolución de este recoleto jardín romántico, declarado conjunto histórico, y recientemente restaurado.
Santamaría ha dado forma a un diario del jardín de Monforte escrito a lo largo de varios años (2005-2014) en el que relata los cambios en el jardín al paso de las estaciones y sus efectos sobre la vegetación, pero también sobre el estado de ánimo de quien lo mira y se deja imbuir por la magia de los jardines.
La autora describe los colores del jardín, desde el morado-violeta del túnel de la buganvilla que destaca en primavera y verano, hasta el amarrillo-dorado de las hojas del anciano Ginkgo biloba del jardín de las que se despoja a final de diciembre, aunque cada año la pérdida de la hoja se retrasa un poco más.
En el libro, la autora se refiere a episodios que generaron polémica como la propuesta del Ayuntamiento de Valencia en 2009 de derribar parcialmente el muro del jardín para abrirlo al público y oxigenar el arbolado. Una propuesta que finalmente no vio la luz. «Mientras el jardín duerme „escribe el 18 de febrero de 2010 Santamaría„ arrecia la polémica sobre su reforma entre los que pretenden derribar parte del muro con el pretexto de que sea permeable desde la calle y quede más cercano, abierto a los ciudadanos y ventilado y los que no». Cualidades que la autora asegura que Monforte «no puede tener» por tratarse de un jardín «cerrado, impermeable, misterioso y oculto» y el muro juega en esta condición un papel fundamental.
El muro, dice Santamaría, «es un zócalo que ata todo el contenido y le da al jardín un aspecto atemporal». «Es el muro el que nos hace sentir en un mundo diferente del exterior». «Se oyen voces favorables a derribar el muro y eso me produce indignación. Si este jardín forma parte de ese otro mundo, el de la imaginación, en gran medida se debe al muro que lo contiene».
La autora también se refiere en otra parte del diario del jardín de Monforte, que perteneció a una familia y ahora es titularidad pública, al acceso al jardín cuya entrada principal, a través del palacete, pese a las peticiones de distintos colectivos como la Asociación de Amigos de los Jardines, permanece cerrada. El palacete de Monforte alberga las bodas civiles que oficia el ayuntamiento, que siempre ha sido reacio por este motivo a abrir la puerta principal.
En la remodelación del jardín que se acometió hace unos años para limpiar las escultura, mejorar los sitemas de riego, y sanear el arbolado se aprovechó para crear un nuevo acceso lateral que permita al público una lectura más coherente del jardín. Además, la puerta principal se abre desde hace un tiempo todos los lunes, en respuesta a las citadas peticiones.
María Teresa Santamaría es ingeniero técnico agrícola y está especializada en el diseño de jardines. Santamaría es autora de varios libros centrados en el estudio y puesta en valor de los jardines históricos valencianos, entre ellos Monforte y el Botánico. Sus proyectos han recibido premios en la Bienal de Arquitectura Valenciana.
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