Medio Ambiente

El mejillón cebra amenaza las centrales eléctricas y el riego tras invadir el Júcar

Iberdrola detectó el molusco en las rejillas de la toma del complejo de Cortes-La Muela

La CHJ regula la navegación en el Júcar para evitar la invasión del mejillón cebra.

La CHJ regula la navegación en el Júcar para evitar la invasión del mejillón cebra. / levante-emv

José Sierra | valencia

El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) ha llegado al río Júcar, donde en apenas dos años ha colonizado ya los embalses de Embarcaderos, Cortes II y Tous y extiende su presencia cauce abajo, desde donde es cuestión de meses que llegue a la Albufera.

La especie invasora fue detectada por personal de Iberdrola en las rejillas de toma de agua de Cortes en el verano de 2014, donde la Confederación Hidrográfica del Júcar estuvo realizando controles al menos hasta 2011, pero hasta no se había divulgado el descubrimiento.

Ayer, el Boletín Oficial del Estado publicaba una resolución de la presidenta de la CHJ modificando las condiciones de navegación en los embalses de la demarcación Júcar, donde se limita y regula el uso de embarcaciones en zonas infectadas por el mejillón cebra para evitar su propagación. La nueva resolución incluye por primera vez los embalses de Embarcaderos, Cortes y Tous, que se suman a los de Sitjar y Forata, con restricciones desde 2005 y 2006 respectivamente. Además, las restricciones afectan a todo el tramo del río Júcar hasta desembocadura, indicando así la gravedad y el alcance de la invasión de esta especie.

Fuentes de la CHJ confirmaron al respecto que los cambios en la normativa están provocados por la expansión del mejillón cebra.

La nueva norma evita la «prohibición» y permite el uso de embarcaciones bajo ciertos condicionantes. De este modo se intenta satisfacer los intereses de los pescadores deportivos y también los turísticos, muy presentes en las embarcaciones que navegan por el cañón del Júcar entre Cofrentes y Cortes de Pallás.

La expansión del mejillón cebra parece incontrolable tras colonizar el Ebro, Mijares y ahora el Júcar, aunque obliga a poner en marcha actuaciones para evitar daños a instalaciones esenciales desde el punto de vista energético como la Central Nuclear de Cofrentes, que se refrigera a través de una toma de agua en Embarcaderos, y del Complejo Hidroeléctrico de Cortes- La Muela, la central de Millares y las de Tous. Aguas abajo el mejillón, que se fija en el interior de las tuberías, puede bloquear también las tomas de riego y colonizar las acequias reduciendo su sección.

En el ámbito medioambiental el daño es incalculable: incrementa la transparencia del agua, pero disminuye el oxígeno disuelto; incrementa los nutrientes y desplaza o elimina especies autóctonas nativas como el «petxinot».

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