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Un bombero; un médico, Javier, harto de que los políticos «nombren criados para dirigir hospitales»; una abogada, Beatriz, que ha comprobado que lo «justo», la «justicia» y la ley no suelen coincidir; una terapeuta en geriatría, Mercedes, que habla con el alma cuando cuenta las penurias de los mayores en situación de abandono... Y así hasta 11 intervenciones, con bastantes bises. Al contrario que Iglesias, Errejón y Monedero, la mayoría de los ayer comparecientes no son doctores en comunicación política. Comunican a granel, sin enlatado ni envoltorio en papel de regalo. Se saltaron todos los mandamientos con los que los políticos de colmillo retorcido, que diría Bono, se blindan de los periodistas. Sin jefe de prensa, el fotógrafo accidental no pudo capturar a los candidatos porque era uno de ellos y tenía que posar. La instantánea se repitió cuando alguien avisó de que quizás mejor hacer otra sin puños cerrados al aire. Como para tranquilizar a posibles clientes de orden.

Los cursillos improvisados a estos neófitos en política los impartían los más puestos. Antes de empezar „«Pablo Iglesias se ha salido del tablero», arengaba uno„ y sobre la marcha. El líder, José Mª Copete, rompe moldes: dijo «no» a la oferta de ir en la lista oficial y acogió en su acto a Cristóbal, que se presenta a título individual a liderar Podemos. Dio voz a la competencia. Para la foto eligieron la versión en valenciano de la pancarta: «Entre tots Podem». Ahí acertaron a la primera.