Las rachas de viento superaron ayer los 121 kilómetros a la hora en el interior de Valencia y provocaron numerosos desperfectos por toda la Comunitat Valenciana, donde los servicios de emergencias se vieron desbordados durante varias horas por la intensidad y alcance de los incidentes provocados por el vendaval, que derribó decenas de árboles, vallas publicitarias, muros, farolas y postes de todo tipo, así como numerosos tejados en fábricas e instalaciones deportivas.

El Consorcio Provincial de Bomberos, policías locales de decenas de poblaciones y los bomberos del Ayuntamiento de Valencia tuvieron que incorporar al personal que se encontraba de libranza para hacer frente a centenares de avisos.

Entre las 8.00 y las 19.00 horas el consorcio realizó 175 servicios relacionados con el viento, principalmente saneamientos y retirada de cascotes y ramas caídas. Según fuentes del consorcio, los daños están muy extendidos y en los próximos días se espera una avalancha de reclamaciones a las compañías de seguros.

El viento hizo extremadamente difícil circular por las carreteras y provocó el vuelco de dos camiones en la Font de la Figuera. Uno de los conductores fue trasladado al hospital de Xàtiva.

Las fuertes rachas de viento provocaron también la caída de un árbol en El Saler que obligo a cortar la CV-500.

El avión que transportaba al Villareal C.F. tuvo que desviarse al aeropuerto de Valencia ante la imposibilidad de hacerlo en el nuevo aeropuerto de Castelló.

El tráfico marino apenas se vio afectado pese al temporal costero, según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias.

Heridos

Pese a que inicialmente la muerte de una trabajador aplastado por un muro en una obra de Campanar (Valencia) se atribuyó al viento, la alcaldesa Rita Barbera desmintió esta versión y atribuyó el fallecimiento a un accidente laboral.

Otras tres personas resultaron heridas leves tras caer una parte del falso techo de una sucursal bancaria en la calle Martí Grajales.

El Ayuntamiento de Valencia, la ciudad más castigada por el temporal y donde se midió una racha de 106 km/hora, activó un dispositivo especial de seguridad para prevenir posibles accidentes y ordenó cerrar parques y jardines, así como los cementerios e instalaciones deportivas municipales. La Policía Local recomendó no salir a la calle si no era estrictamente necesario y recoger a los niños en coche a la salida de los colegios.

En Sollana una racha de aire derribó dos torres de iluminación del campo de fútbol, afortunadamente sin daños.

Los bomberos retiraron diversas planchas metálicas en el puente de la Bega de Cullera mientras en Silla, el empuje del viento y el bajo nivel de la Albufera dejó el canal del puerto sin agua.

En Montserrat, El Perelló, Sollana y Benifaió se suspendieron las clases mientras en Gandia, Oliva, Xeraco, Alzira y Quart de Poblet se cancelaban todas actividades programadas al aire libre.

121 kilómetros por hora

En el observatorio de Zarra, gestionado por la Agencia Estatal de Meteorología, entre las 15,20 y las 15,30 horas se registró una velocidad media de 113 kilómetros a la hora, mientras en Villafranca la racha máxima alcanzaba los 109.

En al menos cinco estaciones gestionadas por aficionados a la meteorología se superaron los 100 kilómetros por hora, con un record de 121 km/h en Fontanars.

El temporal tiende a remitir por lo que la Agencia Estatal de Meteorología modificó ayer sus avisos rebajándolos a nivel amarillo a partir de primera hora de hoy. Hasta ese momento, todo el interior de Valencia, interior norte de Alicante y el interior norte de Castelló seguirán en nivel naranja por «riesgo importante». Pese a la mejoría, el tiempo seguirá desapacible con lluvias débiles y rachas de viento que pueden llegar a ser molestas.