El conseller de Governació i Justícia, Luis Santamaría, presentó ayer un «innovador» programa de control de cañares (Arundo donax) mediante el pastoreo de caballos que se ejecutará en la comarca de los Serranos bajo el patrocinio de Red Eléctrica.

Pese a que la caña común está presente en España desde hace siglos, la «Arundo» es una especie exótica y muy invasora.

En la Comunitat Valenciana está colonizando rápidamente los cauces de los ríos, consolidándose como una gran consumidora de recursos hídricos y actuando como propagadora de incendios forestales. En episodios de lluvias torrenciales, la caña suele liberarse de sus raices y cegar los pasos inferiores de muchas infraestructuras, que acaban arrasadas por las aguas.

La propuesta del conseller, sin embargo, fue rápidamente contestada y hasta ridiculizada por el sindicato Intersindical valenciana, que calificó de «experimento» el control de la biomasa mediante el uso de pastoreo con caballos.

«Los equinos, aseguraron, tendrían que comerse las cañas de los ríos, algo que nos genera no pocas dudas al estar bastante documentado que la caña de río no se usa para alimentación animal y además contiene bastante toxicidad, motivo por el que no tiene enemigos naturales».

La organización sindical lamenta que «mientras el conseller se dedica a experimentos equinos, la inmensa mayoría de los vigilantes del Plan de Prevención de Incendios y Emergencias se encuentra en el paro».

Fuentes consultadas por Levante-EMV explicaron que la caña, una vez crecida, no tiene depredadores y, efectivamente, es rechazada por el ganado debido a los compuestos tóxicos que posee. Sin embargo, los brotes iniciales de la planta sí pueden ser ingeridos por caballos o cabras.

Sin embargo, las mismas fuentes resaltan que «antes» de meter caballos en un cañaveral habría que quemarlo o eliminar la población previa de caña. «Después, si queremos que surja vegetación autóctona de ribera tampoco podríamos meter ganados o caballos porque no discriminan y pueden destruir plantas que queremos proteger».