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Empleo

Trabajo a cambio de pan y techo

Las ofertas y demandas laborales por alojamiento y manutención sin cobrar un salario proliferan en páginas web - La falta de recursos económicos obliga a muchas personas, incluso familias, a aceptar condiciones abusivas

El cuidado de ancianos es una de las tareas más demandadas a cambio de casa y comida. manuel molines

«500 euros al mes. Horario laboral de 6.30 a 15.30 de lunes a domingo sin descanso y sin vacaciones. Si te pones malo te lo descuentan del sueldo y si te sobra mucho pan también. 15 días de prueba sin asegurar y sin cobrar...», los detalles de este anuncio de trabajo ofrecido por una panadería de Jerez de la Frontera quizá le suenen. Una de las candidatas que accedió a la entrevista los publicó en la red social Facebook y el establecimiento fue denunciado. El caso se hizo viral y fue publicitado por los medios de comunicación.

Lo triste es que no se trata de un incidente aislado. Los estragos de la crisis y el recorte de las prestaciones sociales han llevado a muchas personas, parejas y familias a situaciones límite. La realidad aún puede alcanzar cotas más dramáticas.

Las demandas y ofertas de trabajo a cambio de alojamiento y manutención „sin sueldo de por medio„ proliferan en Internet. El escaso control del universo virtual y la posibilidad de llegar a una gran cantidad de personas han convertido a la red de redes en un vehículo ideal para este tipo de anuncios «laborales».

Tal sólo hace falta realizar una búsqueda temática para encontrar multitud de ejemplos en la Comunitat Valenciana. Cuidado de niños, trabajos domésticos, mantenimiento de fincas... las tareas a realizar sin derecho a una retribución se circunscriben al hogar y a la esfera familiar.

«No puedo pagar»

Tal es el caso de Ana, que ofrece alojamiento y manutención a una señora que pueda realizar tareas del hogar y de custodia de niños en Benidorm. «No puedo pagar» destaca en su reclamo. Reconoce que el anuncio tiene pocos días y que de momento no ha recibido muchas llamadas. Comenta que le gustaría hacer un «casting» entre más candidatas y apunta que «en un futuro sí podré pagar un sueldo mensual».

En el otro lado de la balanza se encuentra Alexana, residente en Gandía, cuya experiencia está siendo bastante negativa. Se ofrece para hacer tareas del hogar a cambio de manutención y comida. «He recibido pocas ofertas serias y muchas indecentes, que me da vergüenza hasta recordar. Llegué a estar en contacto con un hombre de Gandía que me prometió hasta un sueldo si cuidaba de sus hijos y de su casa. Pero, pasaron tres meses y no cobré nada». Tiene una hija a su cargo y ya piensa en emigrar a Madrid: «Tengo muchos problemas para encontrar una ocupación aquí y en la capital trabajé durante 8 años. Las pocas ofertas buenas se me cierran cuando digo que tengo cargas familiares y eso que estoy dispuesta a hacerme cargo de todos los gastos de mi hija».

Alexana piensa en viajar a Madrid. Rosana y Roberto, sin embargo, apuestan por abandonar Galicia para buscar nuevas oportunidades en la C. Valenciana.

Tienen 42 y 43 años de edad y saben hablar inglés. Se ofrecen para llevar un restaurante, hotel rural o para cuidar una finca. Solo piden alojamiento y comida. «Pagaríamos con nuestro esfuerzo y tiempo la manutención y un techo donde vivir. Solo necesitamos algunas horas libres para buscar un trabajo que sea compatible. Cuando piensas en pagar la comida o el alquiler de casas estás en una situación límite. Las cosas son así de duras».

«Jugar con la desesperación»

La existencia de este tipo de situaciones no ha pasado desapercibida para los agentes sociales. Bernat Asensi, responsable de comunicación de CC OO-PV, explicó que «hemos atendido muchos casos similares. La mayoría están protagonizados por inmigrantes, personas que vinieron aquí para vivir una nueva vida y se han quedado sin nada. Carecen de un entorno familiar que les ayude. También hay casos de españoles, pero hasta ahora son menores en número. Dicen que salimos de la crisis, pero al conocer estos hechos te das cuenta de la realidad».

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