El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal suizo Kurt Koch, aseguró ayerado en Valencia, durante una conferencia pronunciada en la Facultad de Teología, que «el ecumenismo es un deber improrrogable de toda la Iglesia». El purpurado suizo defendió que «el cuidado de restablecer la unión compete tanto a los fieles como a los pastores y le corresponde a cada uno según sus propias posibilidades, tanto en la vida cristiana de cada día como en los estudios teológicos e históricos».

El cardenal Koch, que concluyó así su visita de tres días a la capital valenciana, afirmó que «el objetivo del movimiento ecuménico, es decir, el restablecimiento de la unidad de la Iglesia no se ha alcanzado y requerirá, evidentemente, mucho más tiempo de lo que se imaginaba en la época del Concilio Vaticano II». No obstante, «nada de esto debe constituir un motivo para la resignación», expresó Koch, para quien «no hay alternativa al ecumenismo». El acto estuvo presidido por el cardenal Antonio Cañizares.