El escándalo del cobro casi íntegro de la paga extra de 2012 y el compromiso posterior de devolución, con opciones a hacerlo en varios plazos, ha sacado a la luz el hecho de que todos los diputados, y no solo los miembros de la Diputación Permanente, seguirán percibiendo sus honorarios a pesar de que se haya extinguido su mandato parlamentario. Una situación que se asemeja a la de un trabajador despedido por su empresa que, sin embargo, le mantuviera en contrato durante varios meses más. Y, llevado al extremo, hasta recuerda el sueldo en diferido que el PP abonó a su extesorero Luis Bárcenas.
Pero la percepción de la nómina no es el único derecho que mantiene vivo el exdiputado. Con motivo de la disolución, la Mesa de las Corts aprobará un acuerdo sobre las condiciones en cuanto a medios de que se gozarán durante este periodo. Con todo, ayer se avanzó ya que los exparlamentarios mantendrán hasta el día de las elecciones (o hasta la constitución de las nuevas Corts, el 10-11 de junio, para los que están en la Diputación Permanente) los móviles con cargo a las Corts, la tarjeta para no pagar en la autopista, el parking en Valencia para los días laborables y el portátil con conexión a Internet, además del despacho en el Parlamento.
