La inyección del Estado a través de préstamos para atender las facturas con los proveedores han disparado la deuda de la C. Valenciana hasta niveles estratosféricos, 35.892 millones hasta septiembre de 2014 (el 36,5 % del PIB). Sin embargo, estos instrumentos para inyectar liquidez a autonomías y ayuntamientos han tenido también efectos beneficiosos para la economía, más allá de posibilitar la puesta al día en las facturas. Una repercusión positiva que el Banco de España ha intentado estimar en un estudio según el cual las ayudas a comunidades y entidades locales para pagar a proveedores han podido elevar el Producto Interior Bruto de España hasta un 0,6% entre 2012 y 2014, al tiempo que han tenido un impacto en la creación de empleo del 0,7 %. Como la C. Valenciana ha concentrado el 20,72 % del total de recursos inyectados, los planes del Gobierno habrán reportado en esos tres años un aumento de la riqueza valenciana de unos 1.200 millones y la creación de unos 25.000 puestos de trabajo.

El informe detalla cómo el Gobierno puso en marcha el Fondo del Pago a Proveedores (FPP) y el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que propiciaron el rescate, entre otras, de la C. Valenciana, que no podía acudir a los mercados financieros. Sin incluir la parte de estos préstamos que sirvió para cubrir vencimientos de deuda, el Estado inyectó 66.887 millones. Por el FPP fueron 41.814 millones, 30.219 a las autonomías y 11.595 a los municipios, de los que la C. Valenciana obtuvo 7.519 y 1.271 millones, respectivamente. Por el FLA para proveedores se otorgaron 25.073 millones, 5.067 para el Consell. Entre Generalitat y ayuntamientos, la C. Valenciana logró 13.857 millones, el 20,72 % del total.

El Banco de España destaca que esta inyección ha podido tener un efecto estímulo sobre los agentes privados y la economía e incluso habría ayudado a mitigar algunos de los efectos negativos de la crisis. En un primer cálculo, cifra el efecto positivo sobre el PIB en 0,3 puntos acumulados hasta 2014 y en 0,4 puntos sobre el empleo. En una segunda simulación valora el «efecto multiplicador» sobre los agentes privados que supuso el recibir unos pagos no esperados, elevando los beneficios hasta 0,6 puntos del PIB y 0,7 puntos de empleo, lo que se traducirían en 6.000 millones y 123.000 empleos en toda España.