Despedir a un ser querido en carruaje de caballos ahora es posible gracias a Paco Torromeu, un emprendedor de Catarroja (Valencia) que ha decidido volver a la tradición, ofreciendo este particular servicio en su empresa Carruajes Funerarios Valencia (Cafuval), creada hace un par de semanas. El servicio consiste en transportar al difunto en un carruaje propio de la época pero con la particularidad de que la caja es de cristal, «algo que no se puede hallar en otro sitio de Europa», según explica a la agencia Efe Paco Torromeu. El carro que mide casi 18 metros y puede ser tirado por dos o cuatro caballos, ataviados con plumeros y mantas de gala, y acompañados por un cochero y un lacayo vestidos con la indumentaria propia del siglo XIX.

La idea de recuperar la tradición surge de una amistad que tiene Paco con Luis Francisco de Pedro y Sanchis, el propietario de una funeraria de Catarroja, que también posee caballos, por lo que decidieron llevar a término este servicio. «Antiguamente los carruajes eran de madera, con mucha talla, y yo quería algo moderno», ha explicado Torromeu, quien por eso, habló con amigos que tienen carruajes de época fuertes y les pidió que le hicieran un diseño sin caja, para después construirla él en Valencia. El interior del carro donde va el féretro está equipado con los accesorios necesarios homologados, mientras que el exterior es todo un cristal que se elaboró en Massanasa, así que el carro «está construido íntegramente en España», puntualiza Torromeu.

El servicio «no está cerrado únicamente a la localidad de Valencia dado que no tiene ningún problema en trasladarlo a otro lugar». Con la puesta en marcha de esta modalidad se podrá dar al ser querido un entierro de época por 600 euros si es en coche tirado por dos caballos o por mil si es de cuatro.