El perito admitió en su comparecencia que inspeccionó la vía y el tren del accidente en noviembre de 2006, cuatro meses después del siniestro y que se limitó a hacer una inspección ocular y mediciones de las ruedas. No obstante, técnicos ferroviarios consultados por Levante-EMV señalan que el comportamiento de los bogies debería haberse comprobado sobre una vía, y se debería haber examinado el comportamiento de los patines electromagnéticos del freno de emergencia (conocido como la «seta»)» un detalle que no aparece en la caja negra (sólo aparecen el freno de servicio y de urgencia). l. b. valencia