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Armas

Una octogenaria con tres revólveres hace saltar las alarmas en la estación del AVE

La mujer fue inmovilizada al detectar un empleado las armas cuando pasó su maleta por el escáner - La pasajera explicó que eran de su padre, ya fallecido, y que pretendía regalárselas a su nieto

Una octogenaria con tres revólveres hace saltar las alarmas en la estación del AVE

La mujer sólo quería asegurarse de que las viejas armas de su padre se quedarían en la familia, pero los tiempos de extrema seguridad en los transportes colectivos por el fantasma del terrorismo truncó sus deseos y estuvo a punto de costarle el calabozo. Sucedió cerca de las dos y media de la tarde de ayer, en el control de seguridad de la estación Joaquín Sorolla de Valencia, cuando una pasajera de 86 años se disponía a tomar un Euromed a Tarragona para visitar a su familia.

La mujer colocó su maleta sobre la cinta transportadora del escáner y, cuando estaba dentro de la máquina, el empleado que la controlaba alertó a los vigilantes de seguridad porque vio claramente en la imagen tres revólveres. El revuelo afectó al resto de pasajeros, que tuvieron que cambiarse a otros escáneres después de que bloqueasen el acceso a la máquina en cuestión y retuviesen a la mujer mientras llegaba la policía.

La octogenaria, sorprendida por la escena, explicó a los agentes de la Policía Nacional que acudieron a la estación del AVE de Valencia que se trataba de tres armas muy antiguas que habían sido propiedad de su padre, fallecido muchos años atrás. También aclaró que ella se había quedado las armas como recuerdo familiar y que su intención era llevarlas con ella a Tarragona, donde reside su nieto y bisnieto, por tanto, del antiguo dueño, para regalárselas y que se quedaran de este modo en la familia.

Así las cosas, la mujer había introducido los tres revólveres entre sus prendas en la maleta y pretendía viajar con ella en el Euromed a la citada capital catalana.

Al examinar el equipaje de la mujer, los policías comprobaron que se trataba de tres revólveres muy antiguos, alguno de ellos fuera de uso por su deteriorado estado y que ninguno llevaba cartuchos en el tambor. Tampoco había munición en el resto del equipaje.

Dado que la mujer no llevaba documentación de ninguna de las armas de fuego, los policías le explicaron que debían intervenírselas e informar al juez de guardia de Valencia.

El incidente pudo ser resuelto a tiempo para que la mujer subiese al Euromed de las 15.00 horas para el que disponía de billete, por lo que pudo cumplir su intención de ir a visitar a su nieto. Eso sí, sin la herencia familiar.

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