A las diez de la mañana y en el mismo hotel del centro de Valencia en el que hace cuatro años Toni Cantó celebró que dejaba los escenarios para entrar en el teatro de la política, el hasta ayer cartel electoral de UPyD a la Generalitat rompió su silencio para anunciar el fin de su idilio con el partido de Rosa Díez. Cantó deja su escaño en el Congreso y renuncia a liderar la candidatura de UPyD en la Comunitat Valenciana, una espantada en toda regla en la antesala del 24M, que deja a la formación magenta en una situación de extrema debilidad, tanto a nivel nacional como autonómico. A las malas perspectivas electorales en la C. Valenciana (ninguna encuesta les da entrada en las Corts) se suma el varapalo de perder a uno de los pocos candidatos con tirón electoral propio y alrededor del cual estaba ya planificada toda la campaña. La decisión de Cantó es la puntilla para una formación que se veía como la llave de la gobernabilidad en la Generalitat y que ha sido aplastada por Ciudadanos.

Con todo, la marcha de Cantó, que seguirá como afiliado hasta el congreso extraordinario de junio, no ha pillado a nadie por sorpresa. El aún diputado, que convocó ayer a la prensa sin haber informado previamente a la dirección del partido, se había tomado una semana de reflexión tras el Consejo Político del pasado día 30 de marzo en el que pidió la dimisión de Rosa Díez. Cantó lideró el sector crítico que, tras los pésimos resultados de las elecciones andaluzas, pidió pactos preelectorales con Ciudadanos como única vía para evitar la desintegración. Sin embargo, su propuesta no salió adelante y Cantó se tomó unos días para tantear a la organizacion valenciana (en general, alineada a las tesis de Rosa Díez) y planificar su nueva hoja de ruta, un futuro que, según algunas fuentes, pasa por recalar en la filas del partido de Albert Rivera y, desde allí, intentar regresar de nuevo al parlamento nacional. En la rueda de prensa, Cantó insistió en la necesidad de llegar a acuerdos con Ciudadanos. Así, auguró pasos en este sentido en los próximos días ya que existen consejos locales que «están explorando la vía con los afiliados de intentar llegar a esos acuerdos». Desde UPyD de Valencia se descarta una nueva desbandada en bloque como la que se produjo con la marcha a Ciudadanos del excoordinador Alexis Marí.

Cantó sostuvo que «en ningún momento» había contemplado «una salida individual» a Ciudadanos, si bien admitió encuentros con Albert Rivera, y haber hablado con él por teléfono tras las andaluzas. Negó, no obstante, haber «negociado nada con él estos días» y circunscribió su decisión de marcharse a sus desavenencias con la dirección de UPyD respecto a la estrategia de pactos. Rechazó también que su marcha sea consecuencia de las malas perspectivas electorales. Así, mantuvo que su horizonte pasa por el congreso de junio al que llegará «como un afiliado más» para pelear por «variar el rumbo» de UPyD hacia la conjunción con Ciudadanos. Será entonces cuando decidirá si sigue en el partido. Según Cantó no está en sus planes disputar a Díez su liderazgo en unas primarias. «Eso no va conmigo. Nos es mi carrera», subrayó. «La única carrera que contemplo es la de volver al teatro. Paso a ser un españolito más que tiene que buscar trabajo», afirmó, aunque, a preguntas de los periodistas, no cerró la puerta a acabar en Ciudadanos.

Pese a las críticas por la estrategia «equivocada» de UPyD tuvo palabras de elogio hacia su lideresa: «Los libros de historia hablarán de una mujer que lideró un cambio en este país en un momento en que la política se pintaba en gris». «Las grandes personas se equivocan también. Creo que es una extraordinaria persona y política, pero está tomando un rumbo equivocado», apostilló.

Desde el Congreso, Rosa Díez lamentó la «pérdida» de Cantó y le devolvió los elogios: «Ha sido un gran parlamentario y compañero y ha hecho un excelente trabajo».