La guerra abierta entre médicos y enfermeros por la prescripción de los fármacos a raíz del último Decreto del Gobierno ha suscitado esta semana un grave desencuentro entre los dos colegios profesionales. En Castelló, ambos colectivos se aferran al posicionamiento de sus respectivos órganos nacionales y defienden, unos la regularización de esta práctica que se lleva a cabo desde hace años, y otros la facultad en exclusiva del diagnóstico y, por ende, la de recetar.

El Colegio de Médicos de Castelló se posiciona en contra de esta medida y basa su consideración en el hecho de que los enfermeros no hacen diagnósticos y, por consiguiente, no pueden recetar, además de que consideran que es una regulación «innecesaria». Como explica su presidente, José Antonio Herranz, la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias otorga en los médicos la facultad de «diagnosticar y prescribir» los fármacos. «Consideramos que esta premisa contribuye a mantener la calidad de vida de los ciudadanos», añade Herranz. Asimismo, hace hincapié en la importancia de un «diagnóstico previo» a la prescripción, «que los enfermeros no pueden hacer». «De no ser así incurriríamos en el peligro de dejar la prescripción fuera del trabajo en equipo necesario para recetar medicinas», apostilla.

Asimismo, desde el colegio comparten la postura del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) cuando aseguran que «una indicación de medicamentos sujetos a prescripción médica por los profesionales de enfermería estaría viciada desde el punto de vista profesional y legal, incrementaría el gasto en medicamentos y el riesgo de su incorrecta utilización con el consiguiente coste en salud y recursos».

La versión de los enfermeros en bien distinta. El presidente del Colegio de Enfermería de Castelló, Francisco Pareja, defiende la capacitación de sus colegas para poder recetar, algo que, según expone, «se viene haciendo desde hace 25 años sin cobertura legal». Para Pareja, esta medida supondría «regularizar» una práctica «que ya se realiza». «Esto no es más que legalizar el trabajo de la enfermería, algo que tiene que llegar tarde o temprano».

En cuanto a la formación, Pareja se muestra contundente al asegurar que cuestionar el Grado de Enfermería no es más que el «engaño» que se quiere transmitir. «Nuestra carrera tiene el mismo rango que cualquier otra y comprende asignaturas de patologías y diagnóstico de tal forma que el enfermero tiene la misma capacidad para recetar que un médico cuando acaba la carrera», apunta