Nueve meses antes de que una neumonía acabara este miércoles con la vida del doctor Benjamín Narbona Arnau, Levante-EMV publicaba la que quedará como la última entrevista en la que se le reconocía como «uno de los cirujanos más relevantes de la historia de la Medicina española». Méritos no le faltaban: el doctor Narbona hizo la primera operación a corazón abierto de España, las primeras resecciones pulmonares y esofágicas, inició la cirugía de la válvula mitral y fue pionero en cirugía torácica y abdominal. Contaba en su haber con 618 publicaciones.

Estaba el doctor Narbona sentado en un sillón, con las piernas un poco débiles aquel día de julio del año pasado pero con el cerebro íntegro, una agilidad de respuesta asombrosa y una inteligencia y un sentido del humor del que solo los sabios conocen. Este cirujano, maestro de cirujanos declaraba que a los 90 años la vida la veía, «igual que siempre, llena de obstáculos». El doctor Narbona presidió la Real Academia de Medicina de la C. Valenciana, el Instituto Médico Valenciano, fue vicepresidente del colegio y siempre defendió el rigor y la ética.